Ya no se habla de domótica sino de sensores, arduinos y Raspberry Pi (placas y mini-ordenadores), que están revolucionando los hogares. Plantas que “protestan” cuando tienen sed, luces que se apagan cuando nada se mueve en una habitación o una alarma que se dispara en el cuarto de baño cuando se agota el papel son algunos de los ejemplos. Precisamente, smart home es un término que fusiona eficiencia, nuevas tecnologías y conectividad en tiempo real, con el fin de incrementar la seguridad en el hogar, el ahorro energético y el bienestar. Las posibilidades que ofrece el mercado para transformar una casa en inteligente son de lo más variadas; eso sí, aún hay que superar el escollo del precio y de la sincronización de todos estos gadgets para que se “entiendan” entre ellos. Dirigentes explica algunos ejemplos que empiezan a triunfar en los hogares. TERMOSTATO NIDO Se trata de un termostato de auto aprendizaje que actúa como el núcleo del sistema de calefacción del hogar y que utiliza wifi para tener acceso a su control, incluso estando lejos de casa. Aprende los hábitos del usuario y utiliza su sensor de movimiento para ajustar automáticamente la temperatura. Eso sí, no está al alcance de todos los bolsillos, porque su precio ronda los 250€. CERRADURAS DIGITALES Funcionan, como es habitual, a través de wifi y conexión bluetooth. Este dispositivo puede enviar fotos de los visitantes que están delante de la puerta, lo que le permite activar el acceso temporal para que un tercero entre en su casa. También se puede usar para registrar toda la actividad de la cerradura. En el caso de que haya un corte de luz, la puerta se puede bloquear y desbloquear de forma “tradicional”. Su precio ronda los 290€. El móvil manda y controla la casa, porque han entrado con naturalidad los electrodomésticos que envían notificaciones al teléfono. UN MERCADO CLAVE Las empresas de telecomunicaciones son las primeras que han preparado los smartphones y las tabletas para cumplir las funcionalidades que reclama el hogar inteligente. Los grandes del mercado están desarrollando estrategias para dar respuesta a las necesidades del mercado doméstico inteligente. Tal y como señalan las estadísticas de ABI Research, el uso de la domótica es lento, debido a que los equipos inteligentes requieren de un personal especializado para su instalación, pero esta tendencia podría cambiar en 2018, gracias al incremento del uso del teléfono inteligente. Según una investigación del consumidor de Parks Associates, en Estados Unidos ya alcanzan el 18% los hogares con banda ancha que conectan estos dispositivos, mientras que en Europa no se supera el 14%.
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