Al menos 22 personas murieron y 59 resultaron heridas este lunes por una explosión al final de un concierto de la estrella pop Ariana Grande en la ciudad británica de Manchester, en lo que funcionarios estadounidenses dijeron fue probablemente un ataque suicida, según informa Reuters. La primera ministra Theresa May aseguró que el incidente está siendo tratado como un acto terrorista. Si se confirma, sería el peor ataque de extremistas en Reino Unido desde que cuatro musulmanes británicos causaron la muerte de 52 personas en actos coordinados con bombas contra el sistema de transporte de Londres en julio de 2005. La policía respondió a denuncias de una explosión a alrededor de las 22.33 hora local (21.33 GMT) en el Manchester Arena, con capacidad para 21.000 personas y en el que Grande cantó para una audiencia que incluía muchos niños. May, quien afronta unas elecciones generales en dos semanas y media, dijo que sus pensamientos están con las víctimas y sus familias. El gobernante Partido Conservador se preparaba para suspender la campaña antes de las elecciones por el presunto ataque. Este martes está previsto que la primera ministra se reunirá a las 10.00 con el Comité de Emergencias (Cobra) para analizar lo ocurrido. Ya ha sido detenida una persona en relación al ataque y, según ha informado Theresa May, las fuerzas de seguridad ya conocen la identidad del atacante suicida, aunque no la revelarán mientras la investigación siga abierta.
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