Desde hace un tiempo, en los círculos de los profesionales de los Recursos Humanos ha comenzado a sonar un nuevo concepto íntimamente relacionado con los trabajadores. Para entender en qué consiste, en un artículo publicado por expertos de la empresa editorial especializada en la rama biomédica y científica Medigraphic “Síndrome de burnout”, se habla de este concepto que aparece en las filas de la salud laboral. El síndrome de burnout hace referencia a un estado de agotamiento mental, físico y emocional, prolongado en el tiempo.
Según los autores, este trastorno afecta, sobre todo, a aquellos profesionales con labores que requieren contacto directo con las personas, aquellos con una filosofía humanística del trabajo, es decir, los que necesitan altas dosis de entrega e implicación. Tales como enfermeros, médicos, trabajadores sociales, psicólogos, profesores, trabajadores de atención al cliente o policías, entre otros.
En una encuesta realizada por la empresa de recursos humanos Adecco, este fenómeno afectó a cuatro de cada diez españoles el año pasado.
En el artículo podemos detectar 5 signos de alarma importantes que se pueden tomar en cuenta para identificar si se está sufriendo este trastorno:
- Culpabilidad y autoinmolación, la persona afectada siente que lo que desarrollan es prácticamente un castigo o bien tienen un sentimiento exagerado de ser indispensables en el trabajo.
- Cargas excesivas de trabajo, el aceptar varios turnos o pasar mucho tiempo en el lugar de trabajo por motivación propia.
- Comportamiento arriesgado y no característico de la persona, la cual puede ir desde lo vergonzoso, inapropiado e impulsivo.
- Sensación de estar desbordado y con desilusión, se percibe la sensación de ya no poder seguir trabajando con el mismo ritmo ni entusiasmo que al principio.
- Abandono de sí mismo, cambio en la pulcritud, higiene y arreglo personal. También, cambios en el hábito alimenticio como pérdida o ganancia de peso exagerada.
También señalan otros síntomas como negación a sufrir el trastorno, aislamiento, ansiedad, miedo o temor, depresión, ira, llegar tarde constantemente o desinterés en el trabajo, adicciones, pérdidas de la memoria y desorganización.
Por todo ello, los expertos nombran algunos puntos claves para su prevención como adaptarse a las expectativas de la realidad cotidiana, equilibrio en las áreas vitales, fomento de una buena atmósfera laboral y limitar la agenda laboral en la medida que sea posible.
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