Los inversores se mantienen buceando bajo el solar de las pírricas rentabilidades en los últimos meses, pese a que los datos sobre inflación poco a poco van despegando. En opinión de Darrell Spence, economista de Capital Group, la salud de las empresas, la capacidad de subir precios y la fortaleza de la economía, la atención debería «posarse sobre la inflación».
“Si hay algo que los mercados podrían comenzar a prestar mucha más atención en el segundo trimestre de 2018, es si es apropiado o no, tener una perspectiva optimista sobre la inflación”, afirma Spence. La inflación subyacente –la medida que deja fuera los volátiles precios de la energía y los precios de los alimentos–- estaba en el 2,2% en mayo. Incluyendo alimentos y energía, la inflación tocó la cota de 2,8% en mayo.
Uno de los indicadores más fiables de la inminente inflación es la utilización de los recursos. Cuanta mayor sea la tasa de utilización, menor es la holgura de la economía y mayor el potencial de presiones inflacionistas. La tasa de utilización mezcla medidas de la actividad manufacturera y de empleo, así que esta clase de relación parece intuitiva.
La principal duda, por tanto, es si esta mayor inflación se podría trasladar en rendimientos aún más bajos en los mercados o si no debería tener efecto. Y es que a comienzos de ejercicio, ya vimos como el miedo a una subida más fuerte de los precios provocó que se produjeran más temores sobre un aumento más acelerado de los tipos de interés.
Con todo, la inflación ha sido relativamente baja durante años, así que algo de aceleración, según el experto de Capital Group, «debería ser bienvenida». Las recientes lecturas de los precios no se acercan a los niveles que típicamente ha influido sobre la renta variable.
Tanto es así que, tal y como analiza Spence, desde 1946, la rentabilidad de la renta variable «ha alcanzado el doble dígito de media en los años en los que la inflación ha estado entre el 2% y el 3%». El S&P 500 ha tenido unas fuertes ganancias la mayor parte de los años en los que la inflación estaba entre el 3 y el 4%.
Así las cosas, la inflación sería uno de los factores y los retornos futuros pueden variar, pero «los inversores deberían sentirse cómodos con el hecho de que, por sí solo, un moderado aumento de la inflación no suele ser normalmente negativo para la renta variable».
2018-07-03 11:31:07