Rentabilidad e impacto social

El mundo ha experimentado grandes cambios desde que, en 1986, Dirigentes publicara su primer número. Casi cuatro décadas después, la sociedad está inmersa en una revolución tecnológica, cuyo calado y consecuencias futuras podrían ser aún mayores que las resultantes de la primera revolución industrial o incluso de avances tan importantes como los alcanzados durante el neolítico.

Lo que está claro es que estos cambios se están produciendo a una velocidad mucho mayor que otras transformaciones evolutivas de la humanidad, afectando aceleradamente a los ámbitos social, tecnológico, medioambiental, económico y político. En medio de esta vorágine, la sociedad, y las empresas en general, tenemos una gran responsabilidad: contribuir en la medida de nuestras posibilidades a la construcción de un mundo más sostenible, más justo y con una mayor capacidad de adaptación ante el cambio.

Esta misión no debe llevarse a cabo sólo como respuesta al cumplimiento de determinadas exigencias regulatorias, sino conectadas de forma indivisible con los resultados empresariales. Así, las aseguradoras y las empresas en general llevamos años trabajando para contribuir a la equidad y la diversidad, la protección del medioambiente y la lucha contra el cambio climático y el establecimiento de modelos de gobernanza basados en la transparencia y la ética profesional.

En Línea Directa Aseguradora estamos comprometidos con ese propósito de generar un impacto social positivo. Esto lo abordamos a través de Planes trienales de Sostenibilidad que aplicamos desde hace más de una década, que parten de nuestros propios valores y función social y que integran plenamente las dimensiones ambientales, sociales y de gobernanza, tanto en nuestra estrategia de negocio como en nuestra cultura corporativa. Nuestra visión es alcanzar un crecimiento rentable y que genere valor para nuestros grupos de interés: accionistas, clientes, proveedores, empleados, reguladores y demás ámbitos de la sociedad.

La principal contribución que podemos hacer como empresas a ese desarrollo socioeconómico sostenible es la generación de empleo estable, de calidad e inclusivo, que es fuente de riqueza y el mejor remedio para reducir las desigualdades sociales. Al mismo tiempo, la diversidad, la igualdad de oportunidades, el desarrollo profesional, la conciliación, el estilo de liderazgo, el compromiso social, los valores y el propósito corporativo son factores cada vez más determinantes para la atracción y retención del talento que necesitamos las compañías para afrontar con éxito los retos empresariales que se derivan de este desafiante entorno.

Por otro lado, las consecuencias ya visibles del cambio climático nos obligan a avanzar de forma decidida en la descarbonización. Bien es cierto que nuestro impacto medioambiental es menor que el de empresas de otros sectores económicos, como el industrial. Sin embargo, en Línea Directa hemos tomado medidas que nos han permitido reducir solo en el último año nuestra huella de carbono a la mitad y queremos que en este trienio el 100% de la electricidad consumida en nuestras instalaciones proceda de fuentes renovables, avanzando de esta forma hacia nuestro objetivo de ser una compañía con cero emisiones netas en 2050.

Como aseguradores, desempeñamos además un papel clave ante ese desafío climático tanto por nuestro papel en la mitigación de los riesgos como por nuestra condición de grandes inversores institucionales. Y, además, tenemos la responsabilidad de ayudar a nuestros clientes en su propia transición hacia una economía menos contaminante a través de la innovación. Desde que en 2016 lanzamos al mercado un seguro específico para vehículos eléctricos, la Póliza Respira, estamos acompañando a nuestros clientes en ese camino mediante productos y servicios destinados a impulsar la movilidad sostenible, pero también la habitabilidad y la eficiencia energética de los hogares y el bienestar y la salud.

El camino que estamos y vamos a seguir recorriendo hacia ese mundo más sostenible es complejo por las transformaciones de gran calado que conlleva, lo que genera incertidumbres, pero también grandes oportunidades. Esto nos exige a las empresas integrar la búsqueda de la rentabilidad y la generación de impacto social positivo, dos vectores ya indisociables en el papel que desempeñamos actualmente en la sociedad.

Opinión

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