La seguridad a la hora de operar a través de bancos, e-commerce o cualquier tipo de empresa, cobra cada vez más importancia si tenemos en cuenta el auge de los ciberataques. Muchos de los fraudes se llevan a cabo a través de la suplantación de identidad. Por eso, la biometría, tecnología que recurre a características personales para identificar a las personas, está aumentando exponencialmente. La biometría engloba aspectos como el reconocimiento facial, el reconocimiento de retina o la biometría por voz. El uso de esta última modalidad ha aumentado un 325%, según datos de Veridas, compañía tecnológica especializada en la identidad. El mercado del reconocimiento por voz crece a pasos agigantados y algunas estimaciones apuntan que de cara a 2025 alcanzará los 26.8 mil millones de dólares. En esta misma línea, un informe de IBM asegura que el 50% de los clientes eligen la biometría como método de autenticación preferido.
Esta tendencia cobra fuerza si consideramos que el 67% de las víctimas de fraude de identidad sufre una apropiación digital total por parte de los delincuentes, según señalan desde Javelin Strategy and Research. Las técnicas para delinquir van avanzando para sortear la seguridad y, en ocasiones, se sirve de los beneficios de la inteligencia artificial para desarrollar ataques más sofisticados. Así, durante 2022 en Estados Unidos 40 millones de consumidores perdieron un total de 43 millones de dólares debido a sistemas de seguridad deficientes.
Por qué apostar por la biometría
Los especialistas de Veridas destacan que, para hacer frente a este problema, la biometría es una de las soluciones que más garantías aporta, sobre todo porque se centra en aspectos únicos e inherentes de la persona en cuestión. Además, señalan los puntos que las compañías deben tener en cuenta a la hora de decantarse por esta u otras tecnologías que ofrece el mercado.
Por ejemplo, aunando tecnologías como la verificación de documentos de identidad y la biometría facial, se consigue reforzar la seguridad del registro y la autenticación, generando de esta forma un perfil más sólido. Por otro lado, la experiencia de usuario también se ve mejorada porque los tiempos de espera se ven acortados.
Además, la biometría por voz permite distinguir con precisión si la voz detectada es real o si, por el contrario, está siendo generada por una representación artificial o deepfake. Por último, integrar este tipo de sistemas puede convertirse en un proceso prolongado y con altos costes, así que optar por una empresa que ofrezca una integración ágil y rápida puede marcar la diferencia.
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