La inteligencia artificial no deja de crecer y cada vez son más las empresas que recurren a ella para innovar en los distintos procesos de su día a día. Según un estudio elaborado por Mobile World Capital, la inversión en inteligencia artificial de las compañías ha pasado de situarse en un 20% durante 2017 a un 50% actualmente. En este contexto, la productividad también se ve favorecida. Así, Carlos Carrasco-Farré, Assistant Professor in Data Science & Information Systems de TBS Education-Barcelona, afirma que: “A nivel organizacional, las primeras evidencias que tenemos es que la IA podría incrementar la productividad entre un 15 y un 40% si se superan las barreras organizacionales”. Otro de los aspectos en los que crece la inversión es el análisis de datos. Así, según un estudio de Data & Analytics e IA en España, 7 de cada 10 empresas han aumentado su inversión en análisis de datos durante este último año.
Para que la aplicación de esta tecnología en el ámbito empresarial sea conveniente, es importante integrarla con competencias de los empleados. Por eso, “a medida que se expande el conjunto de habilidades complementarias de un conjunto específico de habilidades, los trabajadores y organizaciones obtienen más opciones estratégicas para adaptarse y cambiar. Finalmente, esta mayor diversidad mejora su resiliencia frente a cambios tecnológicos imprevistos en el futuro”, señala Carlos Carrasco-Farré.
El reto que se presenta es abordar el problema de la escasez de talento tecnológico. El responsable de TBS Education-Barcelona explica que, debido al ritmo al que evolucionan la tecnología y la sociedad, las organizaciones en ocasiones no están preparadas para dar respuesta a las novedades: “Aquellas organizaciones que requieran grandes saltos tecnológicos probablemente necesitarán profesionales más específicos que son difíciles de encontrar. En cambio, aquellas empresas que no requieran tal cambio, simplemente un aumento de sus capacidades existentes, pueden ya beneficiarse de la IA sin tener que invertir grandes sumas de dinero”. De ahí surge la necesidad de capacitar a los trabajadores y directivos para mejorar las competencias ya existentes y complementarla a las nuevas tecnologías. Por otro lado, Carlos Carrasco-Farré señala que “un aspecto muy importante a tener en cuenta es que la IA resuelve muchos problemas en las organizaciones, pero muchas de ellas no se dan cuenta de que pueden crear sus propias herramientas, incluso sin muchos conocimientos técnicos”.
IA en las entrevistas de trabajo
A la hora de encontrar de encontrar talento, la tecnología también juega un importante papel aunque, advierte este especialista, en base a un experimento que está completando, “los humanos somos muy deficientes a la hora de detectar contenido aumentado por la IA (es decir, aquel que ha generado un humano pero que ha recibido ayuda de una IA) y muy especialmente, aquel contenido generado puramente por una IA”. Por eso las empresas deben ser conscientes de que no son las únicas que recurren a IA y tenerlo en cuenta a la hora de seleccionar candidatos. Por ejemplo, en las entrevistas, los chatbots impulsados por inteligencia artificial, pueden hacer preguntas prediseñadas previamente, analizar respuestas o evaluar si un candidato es idóneo de forma eficiente. Además, “las herramientas de IA también pueden analizar patrones en grandes conjuntos de datos para identificar candidatos con habilidades específicas o atributos deseados”. El resultado de este enfoque basado en datos es que ayuda a reducir sesgos y a mejorar la objetividad en la toma de decisiones de contratación. Por eso, Carrasco-Farré tiene claro que “la IA ha optimizado el proceso de selección de personal al hacerlo más rápido, objetivo y orientado a datos”.
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