Caracterizado por unos tipos de interés que permanecerán en cotas elevadas durante un periodo prolongado, el entorno macroeconómico está afectando de forma desproporcionada a las valoraciones del sector tecnológico porque en estas empresas los beneficios futuros tienen un peso relativamente mayor. Por tanto, invertir en el conjunto del sector tiene pocas probabilidades de generar rentabilidades superiores. En lugar de eso, los inversores deberían escoger empresas con capacidad para generar beneficios que coticen a precios atractivos.
Desde 2022, los inversores en el sector tecnológico han tenido que lidiar con un régimen de mercado diferente al que conocieron durante los aproximadamente diez años anteriores, caracterizado por la inflación y unos tipos de interés elevados. Este giro se produjo después de la pandemia, que ha propiciado cambios significativos en nuestra forma de trabajar. Al conjugarse unos tipos más altos con una menor liquidez, los inversores deberían plantearse la necesidad de adaptar su enfoque, centrándose para ello en empresas con potencial para generar beneficios que coticen a precios razonables. Ahora la clave es escoger acciones con recorrido alcista y capacidad para incrementar los beneficios.
La seguridad y la apuesta por la IA este año
Aunque 2022 fue difícil para el sector tecnológico, este año hemos visto un resurgimiento impulsado por las buenas cifras de beneficios que han venido anunciando muchas empresas de gran capitalización, lo que ha brindado un refugio a los inversores en un entorno de incertidumbre macroeconómica y bursátil. Algunas de estas acciones, como Apple, han alcanzado su valoración objetivo y son una fuente de capital para reinvertir en oportunidades más interesantes en otras áreas del sector.
El crecimiento de la IA también ha generado un gran revuelo. Las empresas tecnológicas con exposición a esta tecnología han visto cómo sus valoraciones subían con fuerza. Nvidia, por ejemplo, que fabrica unidades de procesamiento de gráficos (GPU) que se utilizan profusamente en las aplicaciones de IA por su reputación de altas prestaciones, ha visto cómo su cotización prácticamente se cuadruplicaba durante los últimos doce meses. Y aunque el liderazgo del mercado ha estado acaparado por solo un puñado de valores, las oportunidades que ofrece la tecnología siguen siendo tan amplias como siempre en un momento en el que las empresas impulsan el progreso y la eficiencia en toda la economía.
Las grandes oportunidades
Un entorno de tipos más altos es un obstáculo para las valoraciones e implica que la calidad de los beneficios y los flujos de caja se convierten en los mayores impulsores del comportamiento bursátil. En una economía como la actual, la tasa de descuento es más elevada y eso lleva a los inversores a poner más atención en la solidez de los beneficios, una de las variables que indican si un negocio tiene valoraciones justificables. Las compañías no estadounidenses constituyen un amplio conjunto para analizar, ya que generalmente cotizan a múltiplos más bajos que una región con más glamour y más estudiada como es Estados Unidos. Por ejemplo, en Europa hay empresas atractivas que tienen unas posiciones sólidas en todo el mundo y están relativamente más baratas que sus homólogas estadounidenses, como Adyen y Amadeus.
Mientras que las empresas tecnológicas cíclicas están emitiendo señales de debilidad en el contexto económico actual, encontramos áreas con acciones sobrevendidas, como los smartphones y los equipos de redes. Sus valoraciones son bajas y podrían experimentar una recuperación cíclica, por lo que ofrecen buenas perspectivas. Muchos negocios consolidados necesitan actualizar sus viejas infraestructuras tecnológicas para que los diferentes sistemas puedan comunicarse y se incorporen plataformas y aplicaciones digitales básicas para poder utilizar eficazmente el software de última generación, como los análisis avanzados y la IA. El proveedor de software europeo SAP es un beneficiario clave de esa necesidad de modernizar los sistemas centrales.
La gestión de datos, la gobernanza y la seguridad también son sectores importantes donde la demanda está creciendo. Existen oportunidades temáticas en la IA y la sostenibilidad. Más allá de los “siete magníficos” de la tecnología, hay opciones atractivas. El mercado ha dado la espalda de forma indiscriminada a áreas enteras que parecía que iban a verse profundamente alteradas por la IA, penalizando a algunas empresas que, en realidad, se ven menos afectadas por la disrupción o podrían adaptarse. Muchas podrán utilizar la IA para potenciar su oferta de productos, como Teleperformance y Concentrix, que son lideres en integración de tecnologías de última generación.
Algunas empresas tecnológicas centradas en la sostenibilidad se perfilan para crecer a largo plazo a medida que los sectores económicos en todo el mundo invierten en tecnología para cumplir con los marcos normativos que impulsan los objetivos de cero emisiones netas. Autodesk, por ejemplo, diseña productos de software para que el sector de la construcción pueda optimizar el consumo de energía, reducir los residuos e impulsar la economía circular. También hay alternativas para los inversores en las empresas que repatrían sus actividades y diversifican su fabricación más allá de China. Las compañías están acercando a sus fronteras sus actividades y necesitan automatizar más su producción para compensar los mayores costes laborales, como ocurre en Estados Unidos y Europa. Una automatización que requiere cuantiosas inversiones en nuevas soluciones.
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