La importancia de estar en el lugar oportuno en el momento adecuado. Es una premisa que se formula con la misma certeza que los refranes y que, como también ocurre con estos proverbios, se revela acertada por la experiencia. Y en el ecosistema innovador estos lugares y momentos no son otro escenario que los eventos tecnológicos internacionales.
No es extraño escuchar en las conversaciones del entorno startup cómo un emprendedor consiguió hablar con ese importante inversor porque coincidió con él mientras tomaban un café en este o aquel evento tech. Siempre se han hecho negocios en restaurantes o jugando al golf, pero lo cierto es que en nuestro sector dejarse ver en los principales eventos tecnológicos internacionales se ha convertido en un requisito indispensable para hacerse un nombre en el sector y relacionarse con otros agentes de interés.
Hace unos días celebrábamos una mesa redonda con destacadas corporaciones internacionales sobre innovación abierta. Matthijs Kosteljik, de Coca-Cola; Eva Ruiz, de VISA, y Natalia Álvarez, de Repsol, nos contaban cómo se había implantado la innovación abierta en sus compañías, cómo se gestionaba y cómo se establecía la colaboración con las startups. Todas ellas coincidían en destacar la necesidad de esta colaboración, cómo las startups tenían la agilidad y la flexibilidad que no tienen las corporates.
También todas se mostraban accesibles y abiertas a estas relaciones. Animaban a emprendedores a contactar con ellas. Saben dónde están, pero también saben cómo funciona una startup y preparan el terreno para que esa relación sea exitosa y eficiente. Eso sí, siempre y cuando ambas partes, startup y corporate estén alineadas.
Es prometedor escuchar a estos profesionales, lo convencidos que están de esta cooperación y de los frutos que da. Porque esta innovación está ya dando respuesta a grandes retos que repercuten en la sociedad: descarbonización, energías alternativas, transacciones más seguras, son algunos de los desafíos que plantearon y para los que trabajan mano a mano con startups.
Lo cierto es que esta apuesta de las corporaciones por la innovación está impulsando el ecosistema startup español. Según EY, en 2023, supuso el 23% del total de la inversión. Una cifra que demuestra la solidez y la confianza que ofrece nuestro país en este aspecto.
En esta conversación con estas multinacionales, que había propiciado la presentación del informe de impacto socio-económico de VDS junto a EY, surgió precisamente el tema de la importancia de los eventos tecnológicos para potenciar estas relaciones como catalizadores de la innovación abierta. Los encuentros tech son ese lugar donde por fin materializas esa cita que arrastrabas semanas, donde abordas a esa persona a la que tantas ganas tenías de saludar. Donde descubres que puedes colaborar con X startup, porque has escuchado su pitch o has asistido a su ponencia.
Comentaban, en este sentido, el valor de contar en estos eventos con espacios para el networking. Por supuesto, la parte expositiva es importante para conocer startups o centros de investigación y ver qué hacen. Pero es luego en el networking donde más se pueden establecer relaciones, contarte de tú a tú en qué nos podemos ayudar. En apenas unos días atendiendo el evento puedes avanzar el trabajo relacional de varios meses de duro trabajo.
Y que nadie me acuse de barrer para casa, pero tenemos en los testimonios que nos dejan quienes visitan VDS la constatación de todas estas funciones de los eventos tecnológicos internacionales. Muchos de nuestros partners afirman que es una pieza fundamental en su estrategia de promoción de la innovación abierta, por las oportunidades que se generan en él. Otros nos comentan que es un canal de deal flow imprescindible. Y, sobre todo, nos transmiten que cuenta con una ventaja competitiva difícil de superar y es que deja muy buen sabor de boca.
El gran reto del ecosistema nacional de startups es abrirnos al mundo e interconectar hubs y agentes. Y un evento tecnológico internacional como VDS, que celebrará su séptima edición el 23 y 24 de octubre en la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia es un buen ejemplo de esto ya que es esa plataforma global donde siempre pasan cosas. En definitiva, los eventos tecnológicos internacionales se han posicionado como catalizadores imprescindibles de la innovación, la colaboración y el progreso. No sólo reúnen a mentes brillantes bajo un mismo techo, sino que también tejen la red de contactos que propulsa adelante al ecosistema startup, abriendo puertas a grandes oportunidades.
Opinión