Pensamos que estamos ya en el punto álgido de la política monetaria o cerca de alcanzarlo, que se ha iniciado el proceso de desinflación y que se está produciendo una desaceleración económica mundial que será relativamente breve. Aunque es probable que los mercados dejen pronto atrás esta etapa y empiecen a descontar una futura recuperación económica.
- Etapa del ciclo económico: En nuestra opinión, los principales mercados desarrollados se encuentran al final del ciclo alcista. China, por el contrario, se encuentra al principio del ciclo. Otros mercados emergentes presentan diferentes situaciones.
- Rumbo de la economía: Creemos que se producirá una «desaceleración irregular» en los principales mercados desarrollados y posterior recuperación.
- Implicaciones para las políticas monetarias: Pensamos que estamos en el punto álgido de la política monetaria o cerca de alcanzarlo. La política monetaria europea seguirá endureciéndose, mientras que es probable que la política monetaria china siga siendo favorable.
Renta fija: ¿El mejor o el peor momento?
Con un contexto macroeconómico, que es cada vez más favorable, y con la mejora de las condiciones financieras -con la pausa de los bancos centrales-, el entorno debería favorecer la deuda corporativa.
Normalmente, un entorno desinflacionista y de crecimiento lento debería ser bueno para los mercados, pero los bancos centrales mundiales siguen endureciendo sus políticas monetarias, lo que mantiene la rigidez en las condiciones financieras y una elevada volatilidad. Este endurecimiento mantiene más altos los tipos y los diferenciales. Si los bancos centrales mundiales confirmaran una pausa en sus políticas, mejoraría la situación de los mercados.
- Duración global: El significativo reajuste al alza de la rentabilidad real en el último año supone para quienes invierten en renta fija una oportunidad para obtener una rentabilidad total atractiva. Preferimos la duración a medio plazo, pero a corto plazo la rentabilidad de los bonos está en el extremo inferior de los rangos esperados. Las curvas de rendimiento están muy invertidas y no se esperan recortes de tipos en un futuro próximo. Es probable que esta situación haga que los bonos se mantengan en un rango lateral. Aunque los fundamentales de crecimiento e inflación son favorables para los bonos, los bancos centrales necesitan mantener los tipos de interés altos para ganar la batalla contra la inflación.
- Perspectivas del crédito: Las valoraciones crediticias se acercan a sus medianas a más largo plazo, pero los fundamentales son positivos en el crédito corporativo. A medida que la pausa de las políticas monetarias se consolide, las condiciones financieras más favorables deberían respaldar a este tipo de crédito. Los fundamentales de algunos valores titulizados, como los CMBS, son dispares. Preferimos el crédito de alta calidad de los bonos corporativos con grado de inversión, bonos municipales y algunas clases de activos titulizados. Los MBS de agencias deberían tener un buen comportamiento cuando disminuya la incertidumbre política y se reduzca la volatilidad de los tipos de interés.
Una oportunidad interesante
Los catalizadores de esta oportunidad son:
- Inflación a la baja: Es probable que la inflación haya tocado techo. Esperamos que la inflación baje hasta finales de 2023 en EE.UU. y Europa.
- Fin del endurecimiento de los tipos: Los bancos centrales subieron los tipos drásticamente para combatir la presión inflacionista. Una vez superada esa etapa, podrían haber comenzado ya una pausa en sus políticas. El aumento de la rentabilidad como resultado de esas subidas de tipos representa una oportunidad de compra.
- Aterrizaje suave: Creemos que la economía se ralentizará, pero esperamos que el mercado laboral resista. Confiamos en que las empresas con grado de inversión obtengan buenos resultados, incluso si se produce una recesión. En general, los fundamentales de las empresas son sólidos.
El entorno actual es incierto para quienes invierten. El crecimiento ha sido más fuerte de lo esperado y el mercado laboral estadounidense ha resistido bien la subida de tipos. La incertidumbre en torno a la demanda energética ha disminuido, lo que ha dado lugar a mejores resultados económicos en Europa y en el resto del mundo. Aunque no está en auge, el impulso económico mundial se ha mantenido en territorio positivo y, hasta ahora, las principales economías han evitado la recesión. Las perspectivas de inflación en EE.UU. mejoran constantemente, a medida que la debilidad de los precios de la vivienda se refleja en los índices de precios y la presión salarial muestra signos de relajación.
A pesar de datos macroeconómicos alentadores, se vislumbran preocupaciones en el horizonte. La recesión y la inflación inquietan a analistas debido a tensiones bancarias y disminución de depósitos, posibles señales de contracción crediticia. Su ocurrencia en trimestres venideros es incierta. La economía estadounidense se mantiene estable sin grandes desequilibrios. La recesión es posible, pero su probabilidad es inferior al 50%. La disminución de la inflación es un alivio, pero persisten temores de presiones inflacionarias futuras en los mercados laborales. Si la inflación aumenta con un crecimiento débil, podríamos entrar en una estanflación.
Aunque los escenarios negativos de recesión o de una mayor inflación podrían ser perjudiciales para los mercados, siguen siendo posibilidades que no se corresponden con los datos actuales. De momento, el camino a seguir sería reconocer las buenas noticias de los datos actuales sin perder de vista los indicios de escenarios negativos.
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