Alcoa, por segunda vez consecutiva, vuelve a no dar el ‘pistoletazo’ de salida oficial a la temporada de presentación de resultados en Estados Unidos, pero recogen el ‘testigo’ tres ‘pesos pesados’: JP Morgan, Citigroup y Wells Fargo. Tres grandes bancos serán los primeros en publicar sus cuentas del primer trimestre, que coincide además con los tres primeros meses de Donald Trump en la Casa Blanca. Cifras que recogerán, además de las ‘grandes esperanzas’ puestas en el ya no tan nuevo presidente norteamericano en material fiscal y de inversión (promesas que aún no se han convertido en hechos, eso sí…), las recientes subidas de tipos de la Reserva Federal (Fed), claves para el sector financiero que, junto al energético y el tecnológico, ha liderado la remontada de los mercados espoleada por la elección del republicano. Así, todos los ojos están puestos en las ‘confesiones’ de estos tres sectores, que deberían apuntalar la mejora de las previsiones y, sobre todo, las elevadas valoraciones alcanzadas en Bolsa, que tanto ‘vértigo’ despiertan en no pocos analistas e inversores. Es más, tal y como recuerda Link Securities, nos enfrentamos a una temporada de presentación de resultados en la que el consenso, a diferencia de otras ocasiones, “sí ha puesto el listón alto. Se espera un importante avance tanto de las ventas como del beneficio por acción (BPA) de las compañías integrantes del S&P 500”. Avance, añaden, “que vendrá de la mano de la mejora de las cuentas de las empresas del sector de la energía, gracias a la recuperación que en términos interanuales ha experimentado el precio del petróleo, y del sector de la tecnología”. Consideran estos expertos, de hecho, que “será más complicado para las cotizadas batir las expectativas de los analistas, lo que, de no ser capaces, podría propiciar fuertes caídas dado las exigentes valoraciones con las que muchas de ellas cotizan. Así, creemos que esta temporada de presentaciones de resultados, de la que se espera mucho, es clave para el comportamiento a medio plazo tanto de las Bolsas estadounidenses como de las europeas”. Recordemos que el consenso de FactSet apunta a un incremento del BPA cercano al 9% en términos interanuales y de las ventas del 7%. Con todo, la firma no descarta que “teniendo en cuenta que generalmente las compañías terminan superando las estimaciones en casi un 3%, no sería extraño que finalmente los beneficios de estas empresas mejoraran más del 10%”. Sobre estas estimaciones, el Departamento de Análisis de Bankinter, señala que “continúa la tendencia positiva de la que hemos estado haciendo referencia en las dos últimas estrategias trimestrales”, y que supone una de las principales ‘patas’ sobre las que se sustenta su apuesta sin fisuras por la renta variable frente a la renta fija. “A su vez, seguimos optimistas con la estimación de beneficios empresariales para 2017 y 2018”, concluyen. Fitch: “La mayor parte de los bancos de EEUU se beneficiarán de las subidas de tipos” La agencia de calificación crediticia Fitch señala que la mayor parte de entidades estadounidenses deberían ver un aumento en sus ganancias gracias al entorno de subidas de tipos que se espera en los próximos años. La firma reconoce asimismo que el “impacto potencial en resultados dependerá del posicionamiento del balance de cada banco y de la medida en que un posible aplanamiento de la curva presione los márgenes y compense el incremento de ingresos y comisiones”. Fitch espera siete incrementos de 25 puntos básicos hasta 2018, de tal forma que el precio del dinero se sitúe en el 2,50%, mientras que la rentabilidad del bono a 10 años alcance a cierre de dicho ejercicio el 3,1%. “El aumento debería ser positivo para las ganancias, especialmente si refleja un contexto macro de mejora”, afirman. Sus previsiones para el PIB real de Estados Unidos apunta a un repunte del 2,3% este año y del 2,6%, el próximo. Reconocen, no obstante, que un ciclo alcista de tipos no siempre ha dado lugar a aumento del margen de intereses, especialmente ante al aplanamiento de la curva de rentabilidades, como sucedió entre el primer trimestre de 2014 y el cuarto de 2016. “El efecto sobre los márgenes y la calidad de los activos probablemente se producirá en el medio y largo plazo, pero el aumento de los tipos también podría tener un efecto más inmediato sobre el capital de los bancos. Un ascenso en los rendimientos del Tesoro estadounidense, junto con el aumento de la inflación a largo plazo y las expectativas de tipos podría llevar a pérdidas no realizadas sobre equity ordinario y sobre capital regulatorio para los más grandes”, concluyen.
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