China lleva desde la década de los 50 sin cambiar la edad de jubilización. Si bien hace 60 años la esperanza de vida estaba por por debajo de los 45 años, ahora el promedio está en 75 y la jubilización en los 53. Por esta razón, el Ministerio de Trabajo chino considera "inevitable" el cambio. Además, este retraso de la jubilación puede ser una herramienta eficaz para aliviar la escasez de mano de obra e impulsar el crecimiento de la flexibilización de la política de un solo hijo anunciada a finales de 2013.
En la actualidad, los hombres se retiran en China a los 60 y las mujeres a los 50. Sin embargo, estas edades deberían cambiar para mantenerse a la par con el aumento de la esperanza de vida. Según datos oficiales, la población china de 60 años o más se espera que crezca a un ritmo de ocho millones de personas al año. En la actualidad, China tiene unos 200 millones de personas de esta edad, es decir, el 15 por ciento de la población total.
El profesor Yang Yansui de la Universidad de Tsinghua, defiende aumentar la edad de jubilación, siendo necesarios cambios en tres áreas: conseguir una mayor pensión, mejorar el servicio de atención a los mayores, así como potenciar una fuerza de trabajo que de trabajo a la mano de obra de alto nivel y que no tenga sólo oportunidades para los jóvenes.
El estudio en el que participó el profesor Yang sugirió revisar la edad de jubilación hasta los 65 años. Sin embargo, otro informe de la Academia China de Ciencias Sociales publicado en 2012 muestra que alrededor de dos tercios de los fondos de pensiones provinciales no lograron llegar a fin de mes. Siendo Jilin y Heilongjiang las provincias con más deuda.
Sin embargo, no todos se muestran contentos a favor del cambio. Yang Lei, un empleado del Departamento de Recursos Humanos de una empresa estatal asegura en una entrevista a Dirigentes Digital que este cambio es "completamente innecesario".
"Creo que la gente debe poder decidir por su propia cuenta. Algunos trabajadores que hacen más labores físicas, puede que a los 60 años ya no tienen suficiente energía para hacer su trabajo, y no me parece razonable obligarles a seguir, mientras que algunos empleados, como funcionarios, quizás tiene algún otro beneficio en su cargo, y no quieren jubilarse a los 60 años. Se debe establecer un límite inferior y un límite superior, o sea, un periodo elástico, para que los trabajadores decidan por su propia cuenta", añade Yang.
Además, este trabajador está preocupado por las oportunidades de empleo. "Actualmente hay pocas buenas, y si se prolonga la edad de jubilación, habrán menos aún para los jovenes, que tendrán una mayor presión para encontrar un buen puesto".
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