Brasil, bajo el gobierno de la actual mandataria, Dilma Rousseff, acumuló un crecimiento económico por debajo de la media del resto de países emergentes así como de los estados pobres, según datos del Fondo Monetario Internacional recogidos por la prensa local brasileña.
Dilma Rousseff cerraría su mandato, que finaliza a final del presente año, con una expansión del 2% del Producto Interior Bruto (PIB) lo que supone que el desempeño brasileño sería el peor dentro de los países no desarrollados, de acuerdo a esos mismo datos.
Durante el primer trimestre del curso dicha subida llegó tan solo al 0,2% del PIB (aunque en comparación con el primer trimestre de 2013, el avance del PIB fue del 1,9%), una tasa por debajo del resto de países que, según recuerdan los medios locales, se dan "incluso en un escenario global de desaceleración generalizada", que antes había beneficiado a la economía brasileña.
En el mismo periodo de Rousseff como presidenta (2011-2014), el crecimiento medio de los países en desarrollo y pobres fue del 5,2% del PIB, según el FMI.
El influyente diario Folha de Sao Paulo recuerda que el crecimiento de los países latinoamericanos que se había situado por debajo del brasileño en los últimos años, supera ya al del gigante sudamericano.
Así, el periódico de la capital económica del país responsabiliza al actual partido gobernante de la situación de las arcas nacionales y le acusa de llevar políticas erróneas para enfrentar la parada de la economía global que ha terminado por afectarle.
Mientras, el consumo familiar empujado por las políticas de crédito, que según apuntan varios analistas son insuficientes, disminuyó en el último trimestre y registró un 0,1% menos que el dato anterior.
"Más del 60% del PIB viene del consumo de las familias, y continuamos teniendo crecimiento positivo en relación al interanual, en relación al primer trimestre del año pasado", explicaron fuentes del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE).
No obstante, el IBGE consideró que "en relación al trimestre anterior, (el dato) fue prácticamente estable" ya que se dio "una pequeña caída" del 0,1% que consideran "estabilidad".
El resultado del 1,9% mantiene al país en una trayectoria de desaceleración iniciada en el tercer trimestre de 2013. Pese a ello, el sector industrial tuvo un alza del 0,8% en la comparación anual, así como el sector agropecuario que avanzó un 2,8% mientras que los servicios creció un 2%.
El próximo 5 de octubre se celebrarán las elecciones presidenciales en las que Rousseff buscará la reelección para perpetuar el poder del ex mandatario y su predecesor, Luiz Inácio Lula da Silva, el Partido de los Trabajadores (PT), reconocido por llevar a cabo políticas sociales para combatir la desigualdad.
Pese a que la presidenta encabeza las encuestas, un frenazo en la economía podría acercar a sus opositores, quienes vienen subiendo en intención de voto en los últimos meses, a la lucha por la presidencia del país.
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