Fico ha anunciado los resultados de un estudio realizado a 1.265 consumidores de todo el mundo en octubre de 2014 en el que se muestra cómo los consumidores están preocupados por el uso fraudulento de sus tarjetas de crédito y débito ante épocas de gran gasto, como las rebajas, y están dispuestos a mostrar un papel más activo en la salvaguarda de su propia seguridad.
La mayor preocupación de los consumidores consultados es el tiempo que se pierde en resolver los problemas creados cuando se sufre un fraude (anulación de tarjetas, solicitud de devolución del crédito a la entidad…) y no tanto la pérdida financiera.
Más del 50% de los encuestados afirmó que estaría dispuesto a utilizar su teléfono móvil para controlar los tipos de transacciones con las que se pueden utilizar sus tarjetas e incluso establecer, desde el dispositivo, las cantidades máximas de gasto, de forma que pudieran gestionar de forma dinámica la seguridad en los pagos. Y es que entidades bancarias y grandes compañías están apostando cada vez más por el pago móvil a nivel mundial. El sector augura la desaparición de las tarjetas y ya hay previsiones que indican que el importe de las transacciones efectuadas a través de dispositivos móviles se duplicará en 2015.
"Cada vez escuchamos más noticias sobre delitos cometidos por fallos de seguridad en las tarjetas y esto está minando la confianza de los consumidores en esta forma de pago", afirma Anant Nambiar, director general de Fico para protección de tarjetas y fraude. "Los usuarios de todo el mundo necesitan contar con elementos de seguridad potentes en sus tarjetas y están dispuestos a colaborar con las entidades emisoras para reducir el fraude y proteger sus finanzas", añade Nambiar.
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