El capitán del crucero Costa Concordia ha sido condenado a 16 años de cárcel por el naufragio del barco donde murieron 32 personas en enero de 2012. Tras el juicio, el tribunal necesitó siete horas de deliberaciones para decidir la condena, que ha sido finalmente inferior a la que pedía la Fiscalía. Esta solicitaba una pena de 26 años y tres meses de cárcel.
El fallo pone fin a tres años de proceso en los que Schettino ha figurado como único acusado, ya que la empresa propietaria, Costa Cruceros, aceptó una multa de un millón de euros y la Fiscalía negoció con otros cinco oficiales del barco.
Francesco Schettino pronunció su alegato final ante la corte que juzga el caso en la ciudad italiana de Grosseto, antes de que los jueces se retiraran para deliberar sobre su veredicto.
"Me siento como si el 13 de enero de 2012 yo también hubiese muerto un poco", ha asegurado Schettino ante el tribunal del centro de Italia. El crucero que comandaba se salió de la ruta establecida ese día de 2012 para ofrecer a los pasajeros una mejor vista de la isla de Giglio, pero chocó contra unas rocas y se hundió parcialmente. Murieron 32 de las 4.229 personas que iban a bordo.
El capitán, de 54 años, que es el único acusado en el caso, ha insistido en que ha sido tomado como chivo expiatorio y que se ha ignorado la responsabilidad de otros miembros de la tripulación y de los dueños del barco.
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