Según la última encuesta elaborada por Bank of America Merrill Lynch entre los gestores europeos, que fue realizada entre el seis y el 12 de febrero, las asignaciones de estos en renta variable del Viejo Continente son las más altas desde mayo de 2007, esto es, la segunda mejor lectura. Además, la intención de comprar acciones de la región se encuentra en su mayor nivel desde el comienzo del estudio en abril de 2001.
Es tal la confianza en Europa que la proporción de profesionales que prevé un mayor crecimiento económico en los próximos 12 meses se ha disparado hasta el 81%, desde el 49% previo.
Por otra parte, un 77% de los encuestados apuesta por un incremento de los beneficios empresariales, por encima del 40% de enero. De hecho, la proporción de profesionales que espera crecimientos del beneficio por acción (BPA) de doble dígito alcanza el 3%, más de un 46% por encima de la lectura de enero.
Asimismo, un 39% augura un fortalecimiento de los precios; mientras que las expectativas de recesión han caído un 56% en los últimos seis meses. A nivel global, las previsiones económicas se mantienen sin cambios.
A la hora de invertir, Alemania es el mercado más sobreponderado por los gestores, con un 61%, seguida de España e Italia; mientras que un 41% de los profesionales consultados infrapondera Suiza y Reino Unido, frente al 11% y al 17% anterior, respectivamente. En cualquier caso, la apuesta por Europa ha subido fuertemente, hasta el 55% desde el 20% previo.
En lo que respecta al posicionamiento sectorial, la encuesta muestra un aumento en petróleo y gas, aunque la industria de materias primas en general sigue en niveles bajos. Por el contrario, han sido los bancos lo que mayor caída han sufrido en este ranking.
Con todo, los tres sectores "favoritos" de los profesionales, es decir, en los que más reconocen estar sobreponderados son: automóviles y partes, tecnología y media; mientras que los que más posiciones infraponderadas acumulan son utilities, recursos básicos y bancos.
Finalmente, los gestores consideran que las tres industrias más sobrevaloradas son alimentos y bebidas, salud y farma y la inmobiliaria; al mismo tiempo, el sector financiero, el de petróleo y gas y el asegurador son los más infravalorados.
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