México y Brasil, crecimiento ‘con pinzas’

Hace unas semanas el sondeo realizado por el Banco Central de Brasil rebajó las perspectivas económicas para el país. Los economistas consultados apuntaron que este año el país se estancar. Así las cosas, los expertos señalaron además que habrá un incremento de la inflación. En cifras, los analistas apuntaron un crecimiento que tenderá a cero (0,03%) y una inflación que se situaría en el 7,15%.

El que fuera alumno aventajado de los BRIC siembra ahora dudas entre los analistas. Si las apuestas hacen unos años era todos por esta potencia latinoamericana, parece que ahora hay más analistas que se decantarían por alguno de sus rivales. Entre ellos India destaca por haber sabido jugar sus cartas y contar con un presidente que la está poniendo en el tablero de juego internacional.

Por su parte desde el Gobierno tratan de luchar contra esta percepción. Dilma Roussef volvió a ganar las elecciones, aunque tuvo que hacer en segunda vuelta y sin lograr una mayoría aplastante. La candidata del Partido de la Social Democracia Brasileña cosechó un modesto 51,6% de los votos. Esta falta de confianza ha tenido en parte que ver con la situación económica que atraviesa el país.

Desde el Gobierno se afanan ahora por luchar contra esta percepción. El ministro de Finanzas, Joaquim Levy, afirmó esta pasada semana que su país ya está aplicando los ajustes y reformas necesarias para comenzar un "nuevo ciclo de crecimiento", tras el final del boom de las materias primas. "Estamos colocando las bases para un nuevo ciclo de crecimiento. El ciclo de las materias primas se acabó", dijo Levy al presentar las perspectivas económicas de su país en el Consejo de las Américas, con sede en Manhattan.

"Si usted tiene la casa en orden, el sector privado encontrará nuevas oportunidades y volveremos al crecimiento", agregó el economista ortodoxo de 54 años que reemplazó a Guido Mantega al iniciarse el segundo mandato de la presidenta Dilma Rousseff.

El caso mexicano

Mientras que la bajada del petróleo ha sido un gran alivio para las economías más dependientes de esta materia prima, en el caso de México esto ha sido un lastre. En enero, los analistas seguían viendo a México como una de las apuestas seguras dentro de Latinoamérica pero conforme avanza el año lo hacen también las dudas.

El Banco Central de México, Banxico, ha decidido recortar las presiones de crecimiento del país tanto para este ejercicio como para 2016. Su nuevo escenario refleja un crecimiento entre el 2,5% y el 3,5% en 2015 frente al 3-4% previsto.

Las razones para el menor crecimiento se encuentran en un entorno externo menos favorable y la disminución de la plataforma petrolífera junto al desplome de los precios del crudo son la razones que ha esgrimido el regulador monetario para rebajar sus previsiones.

Este escenario se parece al dibujado por el FMI. Los expertos del organismo apuntaban  que "la desaceleración de la demanda de China, sumada a un aumento de la oferta mundial, ha hecho que el auge de precios de las materias primas (que duró ocho años) haya entrado en declive desde mediados de 2011".

Desde BBVA Research ya avisaban en diciembre que los datos de producción industrial del país revelaban cierta debilidad en la actividad económica.

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