La continuidad de escenarios cambiantes y entornos inciertos hace que las empresas se enfrenten a desafíos que requieran una capacidad extra de adaptación y resiliencia. Mientras que algunas emergen fortalecidas e incluso transformadas, generando un valor sustancial en ciclos de crecimiento y recuperación, otras no saben aprovechar la oportunidad para transformarse y luchar por la continuidad y competitividad de la organización.
De este modo lo clarifica el último informe de Mckinsey & Company, la consultora global especializada en el crecimiento de organizaciones, quien aboga por reinventar el core business, desarrollar o adquirir nuevos negocios o modernizar el modelo operativo entre otros. En línea con esta visión, la compañía lanza Mckinsey Transformation Index, una herramienta que analiza el éxito de las transformaciones empresariales, valorando aspectos como el desempeño holístico y la reinvención de negocios a partir de acciones clave, cuyo impacto multiplica el valor de las organizaciones.
Para la consultora, el desempeño holístico abarca desde el rendimiento financiero hasta la salud organizacional, el talento y las capacidades, el enfoque en el cliente y el impacto ESG (ambiental, social y de gobierno por sus siglas en inglés). Pero, por otro lado, relaciona la reinvención de los negocios con la transformación del modelo operativo, los movimientos estratégicos y las capacidades analíticas y digitales.
A pesar de que un alto porcentaje de empresas no alcanza una transformación exitosa, tal y como indica la compañía experta, existe una pequeña fracción que la compañía denomina “transformadoras”, capaces de equilibrar la mejora del rendimiento holístico y la reinvención de negocios, obteniendo excepcionales resultados en ambas dimensiones.
Es importante medir el grado de madurez de la empresa, evaluando el contexto específico en la que se encuentra el negocio, identificar los puntos ciegos de la organización y asignar recursos de manera efectiva para abordar la transformación que necesita.
Ser sincero con las limitaciones que se tienen, especialmente digitales es clave para alcanzar la cima de la innovación y la eficiencia. Además, desde la consultora abogan por la flexibilidad para una completa remodelación en casos de necesidades, centrándose en la inversión en capacidades tecnológicas, analíticas y de talento.
Actuar con rapidez y audacia en sectores críticos de la empresa en vez de realizar pequeñas mejoras en todas las áreas es fundamental. Además, definir las prioridades a corto y largo plazo, así como asignar de manera efectiva los recursos de los que se dispone es otro de los aspectos clave a llevar a cabo en los momentos de máxima incertidumbre. Pero, todo ello, sin medir datos para evaluar el progreso de la transformación y el impacto de los actos no tiene sentido.
Abrazar el cambio, especialmente en momentos de crisis, es la mejor cualidad de cualquier organización que aproveche los tiempos de mayor incertidumbre para apostar por la excelencia y competitividad. En un entorno empresarial en constante evolución, prosperar, superando obstáculos y generando valores sostenibles e inclusivos a largo plazo, aporta salud a la empresa que busque mantenerse en la cima.
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