Los gestos de Draghi son medidos por el mercado con lupa. Una palabra, una señal o una frase en un determinado contexto pueden hacer fluctuar el mercado en uno u otro sentido. Cuando además se trata de un anuncio como el último hecho por el gobernador del BCE, las consecuencias pueden llegar a mayores. Esto es lo que está ocurriendo con la divisa común, que tras las palabras del gobernador del BCE ha tomado la senda bajista y sigue su depreciación frente al dólar en niveles alrededor del 1,29.
"El impacto en mercado de las medidas anunciadas está siendo significativo. Aparte del repunte de la renta variable europea, en máximos desde comienzos de julio, el Euro se depreció desde 1,314 hasta 1,295 dólares, perdiendo el nivel psicológico de 1,30 dólares por primera vez desde junio 2013", explican los analistas de Renta 4.
Una barrera que puede seguir estando ahí porque según asegura Rodrigo García, analista de XTB a DIRIGENTES, existen pocos catalizadores que vayan a hacer cambiar esta situación. Frente al 1,40 que marcaba el euro frente al dólar en mayo, los anuncios del BCE han ido relajando la cotización de la moneda común, apunta García. Aunque todavía no está en mínimos anuales (en enero de este año, el euro cotizaba a 1,277 dólares) parece existir un cambio de tendencia.
¿A quién beneficia un euro débil?
La devaluación de la divisa común era un hecho que algunos analistas percibían como necesario. Hay que tener en cuenta que el crecimiento de la eurozona está viviendo una ralentización y un euro más barato puede mejorar la competitividad de las ventas de las empresas europeas. "La devaluación del euro ayudará a que Alemania pueda exportar a paises denominados en otras divisas, lo que ayudará a evitar una recesión económica. Las reformas estructurales en la periferia han llegado tarde y ahora Alemania, que depende en un 40% de la demanda interna de Europa, se ha visto afectada por la profunda recesión de Europa", explica Gisela Turazzini cofundadora de Blackbird Group a DIRIGENTES.
El efecto de un euro más barato será positivo para empresas exportadoras, pero también para bancos que se beneficiarán de una bajada de los tipos de interés asegura García. En el otro lado de la balanza, las empresas importadoras pueden verse afectadas. En este sentido, las aerolíneas pueden ser uno de los sectores más afectados por su dependencia del petróleo que cotiza en dólares, añade.
Respecto al futuro, las previsiones son que la divisa común seguirá a la baja. "En un futuro cercano, las perspectivas implican debilidad en el euro, así lo estoy observando en el conjunto de cotizaciones del euro. Los activos que están presentando una mayor devaluación, son los pares de divisas euro frente al dólar australiano, euro frente al dólar canadiense, euro frente al dólar estadounidense y euro frente a la libra. En el caso del euro frente al yen, no espero fuertes caídas, puesto que la economía nipona históricamente ha sido deflacionista por lo que dudamos que en la coyuntura actual veamos una mejora", explica Turazzini a DIRIGENTES.
"Lo que nos parece poco probable es que veamos subidas del EUR, hasta que no veamos subidas en el tipo de interés. La coyuntura americana también es claramente bajista para el par EUR/USD, puesto que el fin del tapering (es decir la retirada gradual de las medidas de estímulo de la Reserva Federal estadounidense) y la gradual subida de tipos, irá dando un margen diferencial del euro/dólar, lo que será especialmente propicio para que el dólar se revalorice respecto al euro", añade esta experta.
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