La agencia considera que la economía rusa se contraerá fuertemente este año y que por tanto, el país se encuentra en un panorama negativo. De esta forma, baja la calificación del país hasta BBB- y lo deja un escalón por encima del terreno especulativo. La agencia asegura que el panorama económico se ha deteriorado de forma significativa desde el segundo semestre del año pasado. Fitch apunta al desplome del crudo y a la devaluación del rublo como principales causas de esta situación
La rebaja de la agencia se produce en un momento turbulento para Rusia que ha visto cómo la fuerte caída del precio del petróleo hacía mella en su economía. Esta rebaja de valor de su principal industria exportadora ha conllevado una devaluación de la moneda de alrededor del 60%. Mientras que el Banco Central del país ha tratado de suavizar esta caída mediante compras de moneda e inyecciones de capital, el Gobierno ruso ha asegurado que la crisis está bajo control y que en el peor de los escenarios durará dos años.
Así las cosas, Rusia todavía tiene vigentes sanciones comerciales por la crisis de Ucrania que enfrentó a Moscú con Europa y Estados Unidos. El veto de las exportaciones e importaciones ha empeorado la situación económica del país, que anunció una revisión de las previsiones de crecimiento a finales de año apuntando a una caída del PIB en 2015.
De esta forma, Rusia busca nuevos aliados en el terreno internacional. En este sentido, en octubre Rusia anunció la firma de 50 acuerdos comerciales con China. Esta semana Vladimir Putin ha anunciado además un acuerdo con India para construir doce centrales nucleares en el país en los últimos años. El problema reside ahora en ver si este cambio estratégico consigue compensar la caída de las relaciones comerciales con los principales bloques económicos globales.
Mientras se dilucida el futuro económico del país, el Ejecutivo ya ha revisado a la baja las perspectivas de crecimiento. El Gobierno estima que el crecimiento del PIB del año que viene será negativo.
En otro orden de cosas, la deuda también ha comenzado a verse como uno de los problemas que debe afrontar el país. No tanto a nivel del Estado, dado que el porcentaje de esta sobre el PIB ronda el 32%, sino más bien a nivel de empresas. Aunque los vencimientos a corto plazo parecen fáciles de afrontar según apuntan los analistas, el problema puede llegar en el largo plazo si el rublo continúa con esta bajada frente a otras monedas.
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