Estados Unidos vuelve a apostar por la energía nuclear

La Agencia Internacional de la Energía (AIE) espera que la demanda energética mundial se incremente en más de un tercio hasta el año 2035. En general, el 90% del incremento de la demanda procederá de países que no son miembros de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), en concreto, China, la India y el Medio Oriente serán responsables de cerca del 60% de este aumento. En cuanto a la demanda de electricidad, la subida será de un 70% hasta el año 2035; en este caso, la práctica totalidad de este incremento tendrá lugar en países fuera de la OCDE, sobre todo China y la India. Debido a estos cambios, se espera que en los próximos años el peso de los distintos tipos de energías se equilibre dando un mayor protagonismo a la combinación de renovables y energía nuclear en detrimento de los combustibles fósiles.

En estos momentos, Arabia Saudí es el mayor productor de petróleo del mundo con el 18% de las reservas mundiales, seguido de Rusia y Estados Unidos que está escalando posiciones (la producción de petróleo en Estados Unidos se ha multiplicado por tres hasta casi alcanzar los nueve millones de barriles diarios).

Texas es, en estos momentos, el mayor generador de empleo del país en trabajos relacionados con la producción del petróleo y el gas. Situación que ha provocado una caída considerable en los precios del petróleo. Arabia Saudí confía que inundando el mercado de petróleo, los bajos precios terminarán arruinando a muchos productores estadounidenses, disminuyendo su capacidad productiva. En el caso de las renovables, a pesar de la apuesta del presidente Barack Obama por este tipo de energías, el largo plazo nos indica que los grandes productores no serán los países que integran la OCDE. Un ejemplo muy claro lo vemos en la energía hidroeléctrica (la principal fuente renovable de generación eléctrica en el mundo). Según Naciones Unidas, en Europa y en América del Norte, se ha utilizado un 65% y un 61%, respectivamente, del potencial de generación de energía hidroeléctrica. Esto significa que el crecimiento de este tipo de energía lo veremos en países que no pertenecen a la OCDE, en concreto un 90%.

China, a pesar de su voracidad por los combustibles fósiles, es el líder en la producción energética a través de la fuerza del agua: genera el 23,2% de la energía hidroeléctrica del mundo. A esta cifra contribuyen en gran manera grandes infraestructuras como la presa de las Tres Gargantas en el río Yangtze, la mayor planta hidroeléctrica del mundo por capacidad. Brasil es otro de los países que también apuestan por este tipo de fuente, un 75% de su energía proviene de plantas hidroeléctricas. Le sigue de cerca Canadá, sus presas, algunas con más de 100 años de antigüedad, cubren el 60% de sus necesidades energéticas. En este campo, Estados Unidos destaca por ser pionero (la primera central hidroeléctrica del mundo comenzó a funcionar en Appleton, Wisconsin, en 1882), pero su dependencia (9% del total del suministro energético) queda por debajo de otro tipo de energías.

Puede leer el reportaje completo en nuestra revista Dirigentes del mes de enero.

hemeroteca

Add a comment

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *