La prometida rebaja del recibo de la luz del Gobierno va camino de convertirse en una promesa incumplida. Tras la reforma energética presentada a bombo y platillo a comienzo de año, con la medida popular de suspender las subastas que marcaba una fuerte subida de la factura eléctrica, tenía el objetivo de meter en vereda el precio de la luz.
La decisión salomónica de establecer una tarifa fija hasta que se estableciera se desarrollara un nuevo sistema de tarificación garantizaban seis meses de estabilidad de precios. Pero además le acompañó el buen comportamiento para los consumidores del mercado mayorista. En el primer trimestre del año, el precio medio se situó alrededor de 26 euros y en el segundo, quedó en 40 euros. Lejos de los 48,48 euros que cobraron por megavatio hora (MWh) las eléctricas por mandato del Gobierno.
La diferencia entre el precio real y el facturado fue devuelta por las eléctricas en los a partir de los recibos de junio. Los planes del Gobierno salieron muy bien. Los consumidores percibieron claramente la rebaja en la factura. Respecto al precio medio de 2013, descendió 25% en la primera mitad de año. Pero los expertos advertían se habían dado unas condiciones excepcionales para la producción eólico con una aportación inusitada de las energías más baratas, sobre todo en el primer trimestre.
El Gobierno ultimó su nuevo modelo de facturación donde el consumidor que no esté acogido a tarifas del libre mercado quedará expuesto al mismo mercado mayorista. Pero las imposibilidades técnicas, hizo que se decidiera facturar conforme al precio medio de la electricidad en el mercado mayorista en los dos meses correspondientes al periodo de la factura, hasta que las eléctricas adapten el nuevo sistema. Por lo tanto, los ciudadanos van experimentar en primera persona el incremento de los precios en el tercer trimestre. Hasta ahora había quedado mitigada con las devoluciones. Pero la factura que comprende septiembre y octubre va a registrar la subida del 31% que ha experimentado el precio medio de la electricidad en el tercer trimestre respecto al segundo.
En junio y julio, los precios se mantuvieron estables alrededor de los 48 euros que tomó de referencia el Gobierno, pero más del doble del precio marcado en los primeros meses del año. De momento, el precio medio de la luz se sitúa en lo que va de año en 39 euros por debajo de los 44,16 euros del precio medio de 2013.
Para lo que queda de año es más que probable que el precio se mantenga alrededor de los 50 euros por MWh. Además del mercado mayorista, existe de forma paralela un mercado de futuro, que pronostica la evolución de los precios a distintos vencimientos. Para octubre a cierre de ayer marcaba 52 euros, para noviembre 48 euros y para diciembre 49 euros. Con lo que en el último trimestre, el precio de MWh debería situarse en torno a los 50 euros. Lo cierto es que según se acerca el fin del futuro, la cotización se va ajustando al precio del mercado, por lo que puede variar. Además, hay que tener en cuenta que son futuros sobre precio base, es decir, no tiene en cuenta los picos del precio de la electricidad por aumento de demanda en las horas del día con mayor uso energético. La media de estos futuros para los tres se sitúan alrededor de los 58 euros, que al final compondrán el precio final de la luz. Si se cumplieran las previsiones del mercado, la prometida rebaja de la factura no existiría.
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