El fantasma de la deflación ha tomado el relevo del miedo a la ruptura del euro. Parece que cuando el BCE consigue solucionar un problema, aparecen nuevas turbulencias en el horizonte. En los últimos meses la baja inflación se ha convertido en una de las principales preocupaciones de los analistas, pero el gobernador del BCE, Mario Draghi, ha repetido en sus últimas comparecencias que el organismo tomará medidas necesarias para luchar contra la baja inflación. Sin embargo, los resultados siguen sin llegar. El dato conocido este martes registró una caída de este indicador hasta el 0,3%, lo que hace que la media de los últimos doce meses se sitúe en el 0,6%. Los analistas miran con preocupación este indicador y esperan los nuevos pasos del BCE para luchar contra ella.
Desde Fitch, señalan que la inflación en la Eurozona se reducirá al 0,5% este año, que el ejercicio que viene registrará un crecimiento del 1% y que en 2016, la cifra estará en el 1,3%. Tres cifras muy por debajo del límite que se ha marcado Draghi de alrededor del 2%. Se evitará la deflación, sostienen desde Fitch, pero la baja inflación unida a la débil demanda y una caída en las expectativas del mercado va a poner sobre la mesa unos importantes retos para elebarorar políticas que sigan en la línea de evitar este problema económico.
¿Línea roja?
Por su parte, los expertos de Bank of America Merryl Lynch (BofAML) ven con preocupación que el dato de la inflación haya caído por debajo de la línea roja. Consideran que tras el verano, el grado de deterioro de la inflación subyacente (la que se mide sin contar la energía) se ha venido enmascarando por unas expectativas de mejoras futuros y por condiciones estacionales favorables. Frente a esto, señalan que el mercado ya no está dispuesto a pagar una prima de riesgo de inflación y probablemente requerirá un creciente riesgo de descuento en el futuro.
Aunque la inflación sigue baja en la mayor parte de la zona Euro, desde Barclays diferencian por países. Señalan que Alemania se comporta de acuerdo a las previsiones anteriores, mientras que España lo hace ligeramente mejor a lo esperado. Los expertos señalan que empiezan a ver aumentar algunos riesgos relativos a este problema.
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