Con el 75% del voto escrutado, Dilma Rousseff ha cumplido con los pronósticos y se ha impuesto en la primera vuelta de las elecciones presidenciales de Brasil recabando el 40% de las papeletas. Había pocas dudas que la actual presidenta revalidaría la victoria, aunque sin mayoría absoluta que hubiera evitado una segunda votación en los dos candidatos más votados. El enigma era saber quién disputaría la segunda vuelta. Finalmente, parece ser que será el candidato socialdemócrata, Aécio Neves, con un 35%.
La sorpresa negativa ha sido la debacle de Marina Silva, la candidata del partido socialista. Durante varias semanas la ecologista, había liderado las encuestas, incluso superando a la presidenta Rousseff. La irrupción de Silva, tras la muerte en un accidente aéreo de Eduardo Campos, provocó un gran impulso a la candidatura socialista cuando aceptó representar a su partido.
Hasta los últimos días se daba por hecho que las elecciones iba a ser un cara a cara entre Rousseff y Silva, pero en los debates televisivos muy tensos, Neves criticó duramente a la joven política y poniendo de relieve las contradicciones de su programa electoral. El resultado ha sido una sorprendente remontada de Neves que le ha valido para colarse en la segunda vuelta.
Además del presidente de la República, los brasileños han votado a gobernadores, senadores, diputados federales y estatales. En total, serán elegidas 1.656 autoridades en los 27 Estados de la federación.
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