Cae un nuevo cargo por el escándalo de las tarjetas de Caja Madrid

La destitución pasó desapercibida el mismo jueves cuando se destapó el caso. Se conoció ayer que la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, cesó a Beltrán Gutiérrez Moliner, hasta ese día asesor del grupo municipal.

Ya van ocho de los 86 nombres que aparecen en la lista de personas que presuntamente se beneficiaron irregularmente de las tarjetas de crédito, que estaban fueran de control, con gastos que superaron los 15 millones de euros en restaurantes, viajes, ropa y disposiciones en efectivo, durante 1999 y 2012.

Ildefonso Sánchez Barcoj, encargado de la supervisión de las tarjetas, encabeza el listado de gastos con 484.200 euros, seguido por el ex vicepresidente de Caja Madrid José Antonio Moral Santín, de Izquierda Unida, con 456.500 euros, y el exdirectivo Ricardo Morado, con 448.300 euros.

 Blesa también aparece como uno de los ejecutivos que más utilizaron las tarjetas fantasmas con gastos por valor de 436.700 euros. El que fuera presidente de la caja durante 2011 y 2012, Rodrigo Rato, también se benefició de 54.800 euros. Los directivos Rato, Fernández Norniella, Sánchez-Barcoj y Amat son los únicos directivos que han devuelto a la entidad parte de las cantidades por valor de 200.000 euros. En la lista aparecen nombres vinculados con todas las fuerzas políticas (PP, PSOE y IU), sindicatos y patronal.

En apenas cuatro días, ya van ocho cargos que han presentado su dimisión o han sido destituidos. El pasado viernes, tres miembros pertenecientes a CC.OO., UGT y PSM han abandonado sus cargos. Además, el director de gabinete del secretario de Estado de Hacienda, José María Buenaventura, también ha presentado su dimisión.

El pasado jueves, el presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio Gonzáles, destituía a Pablo Abejas, director general de Economía; mientras que Carmen Cafranga, presidenta de la Fundación de Caja Madrid, también anunciaba su dimisión.

La mayoría de implicados han reconocido que utilizaron las tarjetas pero desconocían que fuera ilegal. En cualquier caso aunque no haya delito contra la empresa, los expertos en fiscalidad han advertido que en cualquier caso se trata de retribución del salario en especie y tenía que ser declarada. Algo que no ocurría, al producirse al margen de los controles y cuentas de Caja Madrid.

Ante el escándalo e impacto en la opinión pública,  Hacienda ha abierto una investigación para detectar si las compañías del Ibex 35 utilizan un sistema similar al que utilizó Caja Madrid, para pagar parte de sueldos sin tributar.

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