Uno de los cambios más notorios que trajo la Reforma de las Telecomunicaciones, un paquete de medidas que el Gobierno de Enrique Peña Nieto puso en vigencia en 2014 para desmonopolizar el sector, fue la eliminación de la categoría de Larga Distancia Nacional a partir del 1 de enero de este año.
De acuerdo con lo establecido por el Instituto Federal de Telecomunicaciones (Ifetel), el usuario continuará digitando los mismos números para establecer una comunicación telefónica con cualquier ciudad mexicana, pero ya no será cobrado de manera diferencial, pues todo el país pasa a ser una única Área de Servicio Local.
Menos Slim
En términos macro, la reforma también significa para las compañías del sector la necesidad de reformular sus planes de negocio para adaptarse a un escenario que ya no permite agentes dominantes (que posean una participación mayor al 50% en un servicio), como lo habían sido las empresas de Carlos Slim por largo tiempo.
De este modo, las firmas que ahora se reparten ese mercado (AT&T, Telmex, Televisa y Nextel) han lanzado campañas orientadas al usuario que tiene un consumo frecuente de Larga Distancia Internacional (LDI), principalmente en llamadas a Estados Unidos.
De acuerdo con cifras del Instituto de los Mexicanos en el Exterior, actualmente viven en el país de Obama unos 11 millones de mexicanos. Tal universo responde, según estimaciones basadas en el uso medio del servicio en 2013, por un valor estimado en 650 millones de dólares.
El potencial de esos datos, sumado a la proximidad geográfica de México y Estados Unidos, torna inmediatamente atractivo el negocio de llamadas de LDI para esas telefónicas.
Las tarifas
La norteamericana AT&T dio un paso en esa dirección, ya en 2014, al adquirir Iusacell, empresa mexicana de telefonía móvil, tras un desembolso de 2.500 millones de dólares y alzándose con una clientela de 400 millones de usuarios en ambos países. Los clientes mexicanos de AT&T tienen ahora un plano de llamadas LDI para números fijos y móviles en Estados Unidos y Canadá por una mensualidad que va de los 4,7 a los 47 dólares, según sean paquetes de 500 minutos o ilimitados.
Telmex, el grupo de telecomunicaciones de Carlos Slim, ya actuaba en Estados Unidos y se adaptó a la nueva regulación ofreciendo tarifas que parten de los 26,6 dólares mensuales para paquetes que incluyen llamadas LDI a Estados Unidos, Canadá y algunos países de Centroamérica, llegando a 41 cuando se suma al servicio LDI paquetes de 200 minutos a celulares en México.
Televisa, por su parte, promueve sus paquetes de telefonía fija a través de la bandera "izzi", que incluye internet y llamadas ilimitadas a celulares y fijos de Estados Unidos, Canadá, Europa y Latinoamérica por 27 dólares mensuales. El grupo, que es el mayor holding de medios de América, es presidido por Emilio Azcárraga, principal competidor de Slim en los tiempos previos a la reforma de la administración Peña Nieto.
Finalmente, Nextel también aprovechó los nexos familiares México-Estados Unidos para actualizar sus tarifas internacionales en el nuevo marco de competencia. Su paquete básico ofrece 200 minutos de llamadas a Estados Unidos y Canadá, además de otros 1.300 minutos para consumo local, por un precio mensual de 24 dólares.
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