Mariano Rajoy ha salido reforzado del 26J. Ha mejorado el resultado electoral pese a los casos de corrupción que afectan a su partido e incluso, pese a las escuchas al Ministro del Interior. En seis meses, los transcurridos entre la primera y la segunda cita electoral, ha mejorado su liderazgo consiguiendo 14 escaños más para el PP en un momento especialmente difícil. Nadie dentro del PP le cuestiona en este momento y, de hecho, se pronostica que si hubiera unas terceras elecciones, acabaría obteniendo mayoría absoluta.
Si Rajoy ha conseguido salir airoso de la prueba, no se puede decir lo mismo del resto de líderes. Pedro Sánchez tiene el dudoso honor de haber evitado el sorpasso y conservar al PSOE como segunda fuerza política en España. Sin embargo, la felicitación es breve, pues los socialistas han obtenido el peor resultado de su historia y esto acabará pasando factura a Sánchez tarde o temprano.
Siempre ha estado, pero ahora con más motivos, la presidenta andaluza Susana Díaz para liderar la ofensiva y disputarle el liderazgo del PSOE. La batalla se da por garantizada en las filas socialistas una vez que el PP consiga formar Gobierno. De hecho muchos creen que Sánchez debería haber dimitido la misma noche electoral.
Pablo Iglesias rechaza que su alianza con IU esté detrás de los resultados electorales y cree que, precisamente, los motivos de su pérdida de votos y escaños en el 26J están en el miedo de los electores a que pudiera ganar. Es decir, los votantes no le votaron para que no ganara. Tiene sentido. Lejos de la autocrítica, dentro de la formación morada su liderazgo todavía no se cuestiona y el propio Iglesias niega enfrentamientos internos. "Hay opiniones distintas, pero eso no significa enfrentamiento ni nos convierte en adversarios", ha dicho.
A Albert Rivera el resultado electoral le ha dejado en una delicada posición. Tras el pacto con el PSOE de la breve legislatura anterior, está en su mano garantizar al 90% un gobierno de Mariano de Rajoy. Y eso después de encajar un duro revés en las urnas como consecuencia de alianza con Pedro Sánchez. En su mano está también evitar unas terceras elecciones en España y hacía eso parece encaminarse si al final no apoya al PP.
Dentro de la formación naranja ya han surgido las voces críticas. Y llegan desde uno de los fundadores de la formación, el dramaturgo Albert Boadella quien, en una entrevista en La Razón, afirma que "es impresentable" el veto de Rivera a Rajoy. "Es un error no sólo político sino ético. Tú puedes vetar las ideas del partido pero lo que no puedes hacer es pedir que pongan a otro", sentencia Boadella.
No son pocos los que han realizado un paralelismo entre Albert Rivera y la líder de UpyD Rosa Díez. Ésta última como azote del PSOE y su política antiterrorista, Rivera haciendo lo propio con el PP y la lacra de la corrupción.
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