El primer semestre termina con un balance muy positivo para el sector automovilístico. Las ventas cierran la primera mitad del año con un aumento del 12,2% hasta las 623.234 unidades vendidas. Según los datos publicados por la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac), se trata del mejor semestre desde el año 2008.
Según apuntan desde la asociación, los últimos días del Plan PIVE 8 han favorecido este aumento continuado de la compra de automóviles de particulares. Además, también señalan como factores favorecedores de las ventas a los menores tipos bancarios, la reforma fiscal, la reducción de las cuotas hipotecarias, la bajada del IPC, la reducción de los costes energéticos y la bajada del combustible. Todo ello, apuntan, ha repercutido en una mayor renta disponible, lo que ha favorecido el crecimiento del gasto por hogar. "Los vehículos constituyen un elemento principal de esa inversión de las familias, lo que produce un incremento constante del consumo privado sobre el que se sustenta el crecimiento económico español. La evolución de estos factores es positiva para los próximos meses, por lo que la tendencia del mercado seguirá al alza", opinan desde el sector automovilístico.
Según el presidente de la Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos a Motor, Reparación y Recambios (Ganvam), Juan Antonio Sánchez Torres, "históricamente, junio es un mes con muy buenas cifras de matriculaciones, sobre todo, en el canal de particulares y este año no ha sido una excepción, afortunadamente. Para muchos conductores, los coches nuevos son para el verano, siendo habitual que cierren la compra antes de las vacaciones y así aprovechen el viaje para probar su rodaje en largos desplazamientos".
Mejoran en este primer semestre tanto las compras de vehículos por parte de los particulares (+9,2%) como por parte de las empresas (+16%).
El presidente de la patronal de concesionarios Faconauto, Jaume Roura, ha asegurado que mantienen las proyecciones para el final de año y sitúan que 2016 cierre con más de 1,1 millones de vehículos vendidos, de las que un 55% corresponderán a los particulares. "Pese a la inestabilidad política y a cierta incertidumbre económica derivada, las familias parecen tener la suficiente confianza como para no retrasar el cambio de su vehículo", explica Roura. Sin embargo, señala que aún hay que ser cautos con respecto al contexto político y económico para que "no impacte negativamente en la certidumbre de los consumidores".
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