A pesar de la fuerte recesión económica que están viviendo los países de Latinoamérica, la OCDE ha registrado un incremento progresivo de los ingresos fiscales apoyado fundamentalmente en los impuestos indirectos sobre bienes y servicios. En media, la ratio de impuestos sobre el PIB ancanzó el 22,8% en 2015, últimos datos disponibles, frente al 22,2% en 2014. Esta tasa continua siendo 11,4 puntos porcentuales inferior a la de la OCDE (34,3%) y presenta diferencias importantes por países y tributos. Cuba, Argentina y Brasil reflejaron los mayores ingresos fiscales sobre el PIB de toda la región, con un 38,1%, un 32,1% y un 32%, respectivamente. En el otro extremo, la República Dominicana (13,7%) y Guatemala (12,4%) registraron los niveles más bajos de recaudación. Por impuestos, los fuertes incremento en el IVA y en la tributación indirecta en general contrarrestaron la leve caída en Sociedades (-0,2%), la primera desde 2011. Esta reducción se debe a la bajada generalizada en los precios de las materias primas, sobre todo del petróleo en 2014. En concreto, la caída en el valor de los metales y minerales generó un descenso en los ingresos fiscales del 0,5% y del 0,4% sobre el PIB entre 2014 y 2015. El brusco descenso en el precio del petróleo se materializó en una reducción del 6,8% de la recaudación fiscal. En sentido contrario, los ingresos por imposición indirecta crecieron en 2015 tras su evolución negativa de las últimas décadas, pasando de suponer hasta 55% de los ingresos en 1990 al 49% en 2014. Los tributos directos sobre la renta también crecieron un 0,1%, al igual que las cotizaciones sociales.
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