La tasa de ocupación en la Unión Europea (UE-28) se situó en el 71,1% durante 2016 (población entre 20-64 años), un punto porcentual superior a la de 2015. El objetivo comunitario para 2020 es alcanzar el 75% de empleo, una meta que se traslada a los estados miembros a nivel nacional según sus circunstancias. Hasta siete países superaron la tasa fijada al cierre del ejercicio: la República Checa (76,7%), Alemania (78,7%), Estonia (76,6%), Lituania (75,2%), Suecia (81,2%), Irlanda (69%), Letonia (73%) y Malta (70%). En el otro extremo se situaron Grecia (56,2%), Croacia (61,4%), Italia (61,6%) y España (63,9%), con las menores tasas de ocupación en todo el conjunto. Dentro de la Eurozona, estos tres países son los más conflictivos tanto por su volumen de parados como por el porcentaje de población empleada. Grecia lidera también el ranking en cuestión de paro, con una tasa del 23%, seguida de España, con un 18,2%, y en la cuarta posición Italia, con un 11,9%. El país heleno tiene además la segunda mayor brecha de género en cuanto a ocupación de la UE-28, superada tan sólo por la italiana. En esta línea, otra tendencia muy marcada es el incremento más acelerado del empleo entre hombres que entre mujeres dentro de la Unión. En concreto, la tasa de ocupados masculina alcanzó el 76,9% en 2016, mientras que la femenina tan sólo el 65,3%. Los países en los que esta brecha se hizo menos evidente fueron Lituania, Letonia, Finlandia y Suecia.
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