Los ministros de la Eurozona mantienen que si Grecia continúa registrando superávits primarios (diferencia entre ingresos y gastos no financieros) de en torno al 3% durante los próximos 20 años, no necesitará ningún alivio de sus deuda, según un documento filtrado esta semana y al que ha tenido acceso Reuters. El informe fue elaborado por el Mecanismo Europeo de Estabilidad (ESM) con vistas a la reunión que mantuvieron los ministros y el Fondo Monetario Internacional (FMI) el pasado lunes. El escenario contemplado asume que el país heleno podría seguir registrando saldos positivos de hasta el 3,5% de su PIB hasta 2032 y del 3% hasta 2038. Estas perspectivas también recogen que Grecia crecerá de media un 1,3% durante el periodo estimado, con lo que la deuda alcanzaría el 65,4% del PIB en 2060, desde el 180% actual. Unas previsiones que no comparte el FMI, que califica dichas expectativas de «irreales». De hecho, bajo el escenario que contempla el organismo, el avance medio en Grecia será del 1% y el superávit primario volverá al 1,5% a partir de 2023, lo que dejaría una ratio de deuda sobre el PIB del 226% en 2060. Según el documento, la Zona Euro tan sólo se plantea un alivio de las cargas financieras helenas moderado, que consistiría en un nuevo aplazamiento de los pagos hasta 2080, su limitación en el 0,4% del PIB y en tipos congelados al 1% hasta 2050, y la compra en 2019 de otros 13.000 millones del préstamo otorgado por el FMI, cuya financiación es más cara. Sin embargo, los ministros de finanzas sostienen que la quita de mayo de 2016 fue suficiente y que no se puede adoptar ninguna decisión hasta que expire el tercer rescate en 2018. Por el último, el FMI contempla también una previsible recapitalización de la banca griega que podría elevar sus necesidades financieras del 15% del PIB actual al 50% en 2060.
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