El desapalancamiento de la economía española durante los últimos años de la crisis ha sido un proceso lento pero estable. Tanto los hogares como las empresas han ido reduciendo su deuda respecto al PIB, sin embargo, no ha acurrido lo mismo en relación al exterior. El endeudamiento de España con el extranjero cerró 2016 en torno al 167,5% del PIB, casi al mismo nivel que en 2012, según un estudio publicado por CaixaBank Research. Aunque el volumen de obligaciones con otros países no se ha reducido, sí que ha cambiado la composición de la cartera. El principal factor explicativo del mantenimeinto en la deuda exterior es el endeudamienta de las Administraciones Públicas. En concreto, del aumento del 63,8% respecto al PIB en el pasivo público entre 2007 y 2016, casi la mitad (32,2%) ha sido adquirido por manos extranjeras. Esta evolución no ha sido constante, por ejemplo en 2012, en plena crisis de la deuda soberana europea, el apetito inversor se contrajo. Desde entonces, el porcentaje de deuda pública ubicada en el exterior ha aumentado hasta situarse alrededor del 50%. Respecto al sector privado también se ha llevado a cabo un importante proceso de desapalancamiento, con una reducción de la deuda equivalente al 31,4% del PIB entre 2010 y 2016, pero la mayor parte de este proceso ha sido doméstico. En concreto, la deuda externa de las sociedades no financieras sólo ha disminuido un 9,9% en este periodo y el porcentaje de deuda empresarial en manos extranjeras se encuentra en máximos históricos (39%). Por un lado, el 26% de los préstamos en este grupo tenían como contrapartida el resto del mundo al cierre de 2016, frente al 21% de 2012. Por otro, el volumen de bonos corporativos en manos extranjeras ha aumentado del 9,1% en 2012 al 35,7% en 2016. En sentido contrario, las instituciones fianncieras redujeron su deuda con el exterior en un 37,3% del PIB desde 2011. Sin embargo, el conjunto de las obligaciones de este grupo se redujo mucho durante los últimos años de crisis por lo que el porcentaje de deuda externa respecto al total se ha mantenido estable en torno al 45%. En el sector financiero adquiere especial relevancia la financiación que proviene del BCE, gracias a las políticas expansivas de los últimos años y que se canalizan a través del Banco de España.
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