El mejor vino no es necesariamente el más caro, si no el que se comparte, decía el inigualable compositor francés George Brassens. Y de eso los españoles sabemos mucho. La tertulia en torno a una mesa regada de un buen caldo forma parte de la cultura popular. Por eso no es de extrañar los datos que arroja el último balance del sector vitivinícola presentado por el Observatorio Español del Mercado del Vino (OIV), donde se estima una producción mundial de vino de 267 millones de hectolitros y un consumo de 241 millones de hectolitros en 2016, con España a la cabeza como primer viñedo mundial seguida de China. En números se traduce en 28,9 millones de euros si hablamos de comercio mundial y entendido como la suma de las exportaciones de todos los países. La consultora Kantar Worldpanel asegura además que el gasto en vino por parte de los españoles ha crecido por encima del 3% en 2015, aumentando considerablemente en los hogares los de Denominación de Origen. El vino está de moda y va más allá de su degustación, aumentando las actividades que se generan en torno a él, y son muchas las bodegas que invitan a conocer más de cerca sus caldos. La bodega Emina Ribera, sede de Grupo Matarromera, celebra los días 21 y 22 de junio la “Summer School”, una serie de jornadas de transmisión de conocimientos en el ámbito del proyecto WineSense con el objetivo de obtener la mayor parte de los polifenoles presentes en las uvas y definir una formulación para su aplicación en el sector farmacéutico, cosmético y alimentario. Rioja Alavesa presenta por su parte su I Encuentro Enogastronómico Sostenible el próximo 22 de julio en la villa medieval de Laguardia, donde además de disfrutar de catas, degustaciones, puestos de venta o música, se hará un especial hincapié al universo sostenible con mobiliario eco o una escuela móvil medio ambiental en la que aprender a consumir de manera responsable o a reciclar. Y ya está en marcha la Ruta del Vino de Rueda que celebra el V Centenario de la llegada de Carlos V al Reino de Castilla. Tordesillas, Medina del Campo, Mojados o Valdestillas son sólo algunos de los pueblos en los que experimentar lo que debió sentir el monarca hace ya 500 años y que permanece intacto en la región.
hemeroteca