En el informe “La recuperación del consumo privado en España por tipo de producto y hogar”, el Banco de España analiza en qué han gastado los hogares españoles su dinero durante los últimos años. Tras un periodo de crisis en los que el consumo privado se redujo, ahora este ha mejorado en la mayoría de hogares. En 2014-2015 el consumo de bienes de primera necesidad creció un 2,76%; el de bienes no duraderos (alcohol, restauración, hoteles, servicios de papelería…) creció un 4,24%; el de bienes duraderos (ropa, calzado, muebles, vehículos…) aumentó un 5,03%; y el de bienes no ajustables (vivienda, luz, gas…) fue el único que se redujo, un 1,61%. Tras estas cifras el Banco de España ha analizado el distinto consumo que hace cada hogar español en función de sus circunstancias: si vive de alquiler, si el sustentador principal está trabajando o desempleado, si la familia tiene 1 o más miembros… Uno de los datos más interesantes se observa en los hogares cuyo sustentador principal tiene 24 años o menos: todos los hogares han mejorado su consumo tras la crisis salvo los que dependen de alguien tan joven (-10,22%) y los que dependen de alguien mayor de 65 años (-0,12%). Aquellas familias en las que el trabajador que mantiene la economía tiene menos de 24 años, el consumo de bienes de primera necesidad ha caído un 11,5% entre 2014 y 2015, en fuerte contraste con el crecimiento de un 11,66% en el caso de los hogares con un sustentador de entre 24 y 34 años. También estos hogares que dependen de una persona más joven han reducido su consumo en bienes no duraderos (-5,41%) y duraderos (-10,54%) pese a que en el resto de rangos de edad se ha incrementado. Es también interesante observar qué ocurrió con el consumo privado durante los años de la crisis económica. En general todo el consumo se redujo entre 2008 y 2013, independientemente de que el hogar tuviese más miembros, viviese de alquiler o del nivel de estudios del sustentador principal. Solo hubo un caso en el que sí se incrementó el consumo durante la crisis: aquellos hogares en los que el sustentador tenía 65 años o más, en los que el consumo creció un 0,02%. Es decir, las familias que durante la crisis dependían de los pensionistas pudieron aumentar su consumo, mientras que el resto lo redujo en todos los casos. En la época de crisis, los bienes duraderos, es decir, la ropa, los muebles, los electrodomésticos o los coches, fueron los que más dejaron de consumirse. Los españoles redujeron el consumo de estos bienes en un 6% entre 2008 y 2013. Los hogares que más redujeron el gasto en estos productos fueron aquellos que dependían de un desempleado (-11,38%) o de una persona sin estudios (-9,81%). Los bienes de primera necesidad (-2,84%) y los bienes no ajustables (vivienda, gas, electricidad…) son lo que menos se vieron afectados por la caída del consumo durante los años de crisis. Pese a esto, el gasto en este tipo de productos también se redujo en todos los casos que analiza el Banco de España, es decir, en cualquier hogar independientemente de su tamaño, del nivel de estudios de su sustentador familiar o de su renta.
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