A lo largo de este 2017 el número de autónomos se ha incrementado en 16.670 personas, lo que supone una reducción de casi el 40% en comparación con el mismo período del año anterior cuando la cifra registrada fue de 27.706 personas, ante la espera de la entrada en vigor de la tarifa plana el próximo mes de enero. Así lo han asegurado este lunes desde la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA), que ven como las medidas contempladas en la Ley de Reformas Urgentes del Trabajo Autónomo, que en su mayoría se harán efectivas a partir de enero de 2018, «están pasando factura» a la filiación de este colectivo. En concreto, el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) perdió 7.023 cotizantes durante noviembre, un dato que supera las «pocas altas» producidas en dicho mes a la espera de la puesta en marcha de la próxima bonificación. Sin embargo, se trata de una cantidad que difiere por comunidades. Mientras que Islas Baleares ha liderado las bajas con 5.132 autónomos menos, -habitual en este período- , en regiones como la Comunidad de Madrid se ha contabilizado una media de 53 emprendedores más por día, hasta los 1.585, en consonancia con País Vasco y Canarias donde el incremento ha sido de 483 y 388, respectivamente. «La mejora de la tarifa plana en Madrid sigue dando resultados positivos y en el resto de España siguen esperando», ha resaltado el presidente de la asociación, Lorenzo Amor. En este sentido, Andalucía ha perdido 1.168 autónomos al mes, un efecto que se contrarresta con la disminución en el número de parados en más de 3.000 personas, seguida de Cataluña, donde el ‘procés’ continua haciendo mella. En este último caso, el número de trabajadores autónomos ha descendido en una media de 37 personas al día. En cualquier caso, desde ATA han subrayado que se trata de unos malos datos de empleo a nivel general, a pesar de que el número total de desempleados se haya situado en su nivel más bajo de los últimos ocho años. DESPLOME DE HOSTELERÍA Y COMERCIO Por su parte, la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA) ha resaltado la bajada experimentada en hostelería (3.700) y en comercio (5.000), ya que han empujado a la baja las afiliaciones a la Seguridad Social durante el mes de noviembre, al tiempo que las actividades relacionadas con la educación, ciencia, sanidad o servicios sociales, se han incrementado en 2.000 activos en total. La organización ha reclamado la puesta en marcha de medidas que frenen la «sangría» para los dos principales sectores del trabajo autónomo, al tiempo que ha alertado de la «desvertebración» que se está produciendo en la economía española. «En el caso de la hostelería ya no se puede sustentar la caída únicamente en los aspectos relacionados con la temporalidad, el problema en sí obedece al recorte en el consumo de las familias», ha indicado el secretario general de la organización, Eduardo Abad, quien también ha criticado la «llamada a emprender» fruto de las bonificaciones vigentes en la actualidad y que, en su opinión, son utilizadas «por personas sin la mínima cualificación profesional» en dicho mercado, lo que conduce a unos índices de abandonos «alarmantes». «Es un ejemplo notorio del efecto de la burbuja del emprendimiento», ha sentenciado.
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