El «tsunami» que supuso la crisis económica para el sector inmobiliario no tendrá parangón con las consecuencias que sufrirá a raíz de la inclusión de los avances tecnológicos en dicho mercado. Así de contundente se muestra el vicepresidente de la red Alfa Inmobiliaria, Jesús Duque, quien asegura que el año 2018 marcará un punto de inflexión en los métodos de comercialización del ladrillo. En una nota, el experto resalta que los dispositivos tecnológicos revolucionarán los métodos de intervención empleados hasta el momento de tal forma que, aquellas empresas que no las utilicen quedarán «automáticamente fuera». «La tecnología no llama a la puerta, simplemente entra y arrasa», añade. Más allá del simple software de gestión que favorece las operaciones entre particulares o el análisis masivo de datos para conocer las tendencias, el desarrollo tecnológico ha impulsado la creación de algunas herramientas que perfilan una nueva era. Aunque aún falta un par de años para que la completa adopción de estas herramientas, algunas de ellas ya se han incorporado. Es, por ejemplo, el caso de la utilización de gafas 3D que permiten al cliente la visualización de una vivienda sin necesidad de tener acudir de manera presencial al inmueble o la aplicación de los conocimientos científicos para analizar el funcionamiento del cerebro en la toma de decisiones y que se acuña bajo el nombre de «neuroinmobiliaria». Se trata de tecnologías que no solo ahorrarán muchas horas de trabajo, si no que también permitirá a las empresas reducir sus honorarios profesionales. En este sentido, la firma inmobiliaria ya trabaja en el desarrollo de una aplicación que sea capaz de predecir el tipo de vivienda que elegirá el comprador gracias a un determinado algoritmo. Sin embargo, el ámbito que presenta mayor potencial de crecimiento es la realidad virtual. Los progresos llevados a cabo en este campo ya ofrecen la oportunidad de visualizar una casa y sentir las sensaciones y emociones que despierta una visita real física, un hecho que, en el momento actual, ya hace factible la venta de viviendas sobre planos. Todo un desafío que obligará a las empresas a reinventarse y ofrecer todas las alternativas posibles ante un consumidor cada vez más exigente que además de buscar una buena rentabilidad se decantará por aquellas que también le hagan ahorrar tiempo.
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