Tras el cierre del ejercicio 2017, la banca europea sigue lidiando con la consolidación. Ésa es la conclusión de un reportaje que publica este martes el diario británico Financial Times y en el que se pulsa la opinión de grandes dirigentes del sector, entre los que ha contactado con Ana Botín, presidenta del Santander. En su entrevista, Ana Botín ha destacado que la entidad mantiene un enfoque cauteloso, asegurando que «no tienen por qué comprar nada». Sin embargo, la presidenta del Santander ha puntualizado que estudiarán la conveniencia de nuevas compras siempre que se presente la oportunidad adecuada. A la hora de definir qué requisitos tendría que cumplir una posible adquisición para ser finalmente llevada a cabo, Ana Botín ha asegurado que debe encajar con su estrategia y con su criterio financiero, poniendo como ejemplo la compra el pasado junio del Banco Popular como una de esas compras «oportunistas». Dentro del análisis del sector bancario europeo, el rotativo financiero británico destaca que Banco Santander, la entidad francesa BNP Paribas y la italiana Unicredit son los «consolidadores transfronterizos más probables» en Europa, señalando que el banco español compró la filial polaca de Deutsche Bank en diciembre. El reportaje también pulsa las opiniones de otros dirigentes bancarios, como Frédéric Oudéa, CEO de la entidad gala Société Générale, que apuesta por un menor número de bancos debido al incremento de la consolidación a nivel doméstico y por un crecimiento de entidades paneuropeas en los próximos diez años. Por su parte, Phillipe Brassac, CEO del banco francvés Credit Agricole, pone el acento en el impacto de la regulación del Banco Central Europeo (BCE), como el desincentivo que suponen los requisitos de capital que soportan las entidades crediticias o la separación de fondos de un mismo banco según el país comunitario en el que operen. Desde el lado institucional, Danièle Nouy, componente del comité supervisor del BCE, asegura a Financial Times que están desapareciendo los factores que empujaron a la consolidación bancaria, como el débil crecimiento económico, los créditos de cartera vencida y la falta de progresos en la unión bancaria comunitaria.
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