2018 ha comenzado con buenas noticias para FCC en el continente americano. Este lunes, el grupo de servicios ha anunciado dos nuevos contratos de gestión de aguas en México y Panamá, tras anunciar la semana pasada la segunda mayor adjudicación de su historia en EEUU. Aqualia, la filial del grupo especializada en la gestión de aguas, ha conseguido un contrato para construir una desaladora en México y otro para instalar una depuradora en Panamá, que suman una cartera de cerca de 200 millones de euros y afianzan la posición de la filial en Latinoamérica.
La desaladora proporcionará hasta 18.000 metros cúbicos al día a cerca de 100.000 habitantes de los municipios de Guaymas y Empalme. Se trata de la cuarta planta de este tipo que la filial de FCC gestionará en Latinoamérica, después de haber conseguido tres proyectos en Chile. Mientras, en Panamá, Aqualia ha sido seleccionada para diseñar, construir, operar y mantener la planta de tratamiento de aguas residuales de Arraiján, en el oeste del país centroamericano. Este proyecto supone el desembarco de la filial de FCC en Panamá. El contrato, valorado en torno a 85 millones de euros, incluye el diseño de la primera etapa de la planta, que contará con capacidad para tratar 86.400 metros cúbicos de aguas residuales al día. La compañía se responsabilizará de la operación y mantenimiento de la planta durante un periodo de diez años. Ambos proyectos se han dado a conocer apenas cuatro días después de que FCC anunciase que había conseguido que el Ayuntamiento de la ciudad texana de Houston le adjudicase la construcción y explotación de una planta de gestión de residuos. El proyecto, que podría aportar a su filial de tratamiento de basuras FCC Environmental Services unos ingresos de 210 millones de euros, consiste en el procesado de la basura reciclable de la ciudad, que es la más poblada de Texas y la cuarta con mayor número de habitantes del país. Esta adjudicación otorga a FCC su segundo mayor contrato en EEUU, a pesar de tener que recortar en 11 millones su oferta inicial, presentada y aceptada en 2014, por las reclamaciones de sus competidores, lo que supuso tener que repetir el proceso desde el inicio. La planta de Houston, cuya construcción se prevé finalizar en marzo de 2019, tendrá una capacidad de procesado de 120.000 toneladas de reciclables al año durante 15 años prorrogables a otros cinco, aunque podría aumentar su potencial hasta 145.000 toneladas. Tras la adjudicación en Houston, FCC cuenta una cartera de nueve proyectos en EEUU valorados en 900 millones de dólares. El mayor de ellos es la planta de reciclaje puesta en marcha en la ciudad texana de Dallas a finales de marzo de 2017, un proyecto valorado en 300 millones de dólares.
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