Los estudios lo demuestran. Los fondos más caros no suelen ser mejor que los que tienen unas comisiones más bajas. Ni muchos de los que se clasifican dentro de la gestión activa hacen un trabajo más allá de seguir al índice de referencia. Una situación que está detrás, entre otras causas, del imparable incremento de productos como los ETFs, fondos cotizados más baratos que los de gestión activa y que en los últimos tiempos están desmontando la capacidad de los activos para superar al benchmarck. El problema viene siendo denunciado desde hace años por la industria en su conjunto. No se trata de una persecución limitada a las gestoras por parte de los reguladores. Las propias entidades, en muchos casos, denuncian el flaco favor que estas malas prácticas de vender una gestión pasiva cuando en realidad se sigue al índice, generan en la imagen del sector. El pasado año, el regulador de los mercados europeos (ESMA) ya advirtió sobre estas prácticas en un estudio en el que analizaba el comportamiento de 2.600 fondos de inversión UCITS de renta variable, con el requisito de contar con un patrimonio superior a los 50 millones de euros y que cobrasen una comisión de gestión de más del 0,65%, más típicas de los fondos de gestión activa. Cerca de un 15% de la muestra mantenía un active share inferior al 60%, y la mayoría rondaba el 50%. Aunque hay diversas fórmulas, por lo general, aquellos fondos con un active share inferior al 60% y un tracking error menor del 4% podrían ser clasificados como potenciales ‘closet indexers’. Aunque ESMA cifraba el porcentaje de productos expuestos a estas prácticas, no daba nombres concretos. Algo que en un reciente estudio se atrevía a hacer la firma de investigación Better Finance, que agrupa diversas asociaciones que se dedican a buscar soluciones para favorecer la protección al inversor y los consumidores. Los expertos de Better Finance tomaron los mismos parámetros de ESMA, resolviendo que el 16% de los fondos que contaban con la información necesaria para este análisis (165 productos en total) mostraron características que los introducen de lleno en potenciales closset trackers. En el estudio, la firma nombra a varios productos de gestoras españolas sospechosas de llevar a cabo una gestión pasiva encubierta. Entre ellos, el Fondmapfre Bolsa América y el Santander Premium US Equities. Otros productos de grandes gestoras como Henderson, JP Morgan o HSBC también son mencionados en el listado. ESMA ya ha instado a los reguladores nacionales a seguir de cerca estas malas prácticas en la industria de fondos. Y la CNMV jugará aquí un papel especialmente importante. Según el estudio Indexing and Active Fund Management:International Evidence elaborado por diversos expertos de instituciones y universidades europeas y estadounidenses, el 42% de los fondos domiciliados en España bajo la categoría de renta variable entrarían dentro de este segmento de productos clasificados como activos pero que, en realidad, llevan a cabo un estilo de inversión pasiva.
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