El Banco Central Europeo (BCE) mantiene los tipos de interés aplicables a las operaciones principales de financiación, la facilidad marginal de crédito y la facilidad de depósito sin variación en el 0,00%, el 0,25% y el -0,40%, respectivamente. La autoridad monetaria indica que “sigue esperando que los tipos se mantengan en los niveles actuales, o en niveles inferiores, durante un período prolongado que superará con creces el horizonte de sus compras netas de activos (QE)”. En lo que respecta a las medidas de política monetaria ‘no convencionales’, el BCE confirma que mantendrá las adquisiciones de deuda “en su nivel actual de 60.000 millones de euros mensuales hasta el final de diciembre de 2017, o hasta una fecha posterior si fuera necesario y, en todo caso, hasta que el Consejo de Gobierno observe un ajuste sostenido de la senda de inflación que sea compatible con su objetivo”. Detalla que «las compras netas se llevarán a cabo paralelamente a la reinversión del principal de los valores adquiridos en el marco de este programa que vayan venciendo» Y, añade: «Si las perspectivas fueran menos favorables, o si las condiciones financieras fueran incompatibles con el progreso del ajuste sostenido de la senda de inflación, el BCE prevé ampliar el volumen y/o la duración de este programa«. Sin embargo, el mercado comienza a prepararse para la ‘retirada’ de la autoridad monetaria de la Zona Euro, y su presidente, Mario Draghi, vuelve otra vez a la ‘cuerda floja’, entre las presiones de Alemania y la macro, y un riesgo político más reducido, pero no extinto… En su última comparecencia, el pasado viernes, el banquero italiano lo dejo claro, por ahora se mantendrán sin cambio las políticas expansivas y, por lo menos, hasta avanzada la segunda mitad de 2017 no se plantearán la posibilidad de comenzar a retirarlas a pesar de que el entorno económico sigue mejorando, como han ratificado los datos de PMI, empleo, IPC, confianza… Sobre los precios cree Franck Dixmier, director global de renta fija de Allianz Global Investors, que justificará el mantenimiento del programa de compra de activos (QE) hasta finales de año. La firma espera que Draghi “haga hincapié en que la inflación registrada en el Zona Euro no es sólida ni sostenible. También es probable que subraye que se mantiene por debajo del objetivo a medio plazo del 2%” Recordemos que el indicador disminuyó del 0,9% al 0,7% a finales de marzo. La inflación salarial, que cerró 2016 con un incremento interanual del 1,6%, debería aportar un fuerte apoyo adicional a este análisis. En este contexto, señala, “es probable que el BCE concluya que es demasiado pronto para anunciar planes para reducir aún más su QE, sobre todo porque cualquier declaración pública respecto al tapering causaría que las condiciones de financiación se endurecieran con mayores tasas de interés, lo que sería contraproducente para los objetivos del banco central”. También Capital Economics cree que la débil inflación subyacente justifica mantener sus adquisiciones de deuda hasta finales de año. Si bien, consideran que podría “eliminar la posibilidad de más recortes en su foward guidance dentro de poco. Pero dudamos que esté listo para ajustar su política y esperamos que su programa se reduzca gradualmente en 2018 antes de que el precio del dinero suba en 2019”. Pocas novedades aguarda asimismo José Luis Martínez Campuzano es el portavoz de la Asociación Española de Banca (AEB), pero se pregunta si “¿ha llegado el momento de zanjar la posibilidad de nuevas medidas expansivas adicionales en el futuro? Como la posibilidad de tipos de interés incluso más bajos. Esto ya sería un paso significativo. Y sin duda un paso adecuado para propiciar una normalización progresiva en el funcionamiento de los mercados”. Coincide UBP al apuntar a una postura de acomodaticia a “más neutral” por parte del BCE, pero creen que habrá que esperar hasta el verano para ver un cambio “en su estrategia de comunicación, seguido del anuncio de una nueva disminución del QE”. Mientras, Christophe Donay, director de análisis macroeconómico de Pictet WM, concreta que la autoridad monetaria “probablemente establezca el escenario de disminución gradual de estímulo monetario previsto para septiembre y con ello es previsible un aumento de la rentabilidad del Bund alemán hasta 0,7% para finales de 2017”. Reconoce que habrá incrementos en los diferenciales de crédito en euros ante esta medida, pero, matiza que serán “moderados, mientras el crecimiento real del PIB de la Zona Euro se mantenga en alrededor de 1,5% los próximos dos años”.
hemeroteca