‘La bolsa china tiene ahora unas valoraciones altas y necesita ajustes en muchos sectores’, señala Charles Huang, gestor del fondo Evergreen, a F&M. ‘Estamos viendo muchas salidas a bolsa con precios bastante alejados de los fundamentales’, concluye. Los fundamentales, en cualquier caso, son positivos. Según cifras preliminares, unas 729 empresas han incrementado sustancialmente sus beneficios en este primer semestre de 2017. 215 han sufrido una reducción de los mismos. Y solamente ochenta esperan pérdidas. ‘El problema es cuando los precios se alejan de dichos fundamentales, aunque sean buenos’, comenta Wang Yifa, del fondo Jiutai, a F&M. Desde Abril, por ejemplo, el sector asegurador chino llegó a ganar un 30% sin justificación aparente. En los últimos días, sin embargo, ha corregido un 6%. La reciente subida de tipos en Estados Unidos es otro factor que puede afectar negativamente al SCI. Por un lado, se incrementan los incentivos para la fuga de capitales hacia Estados Unidos. Y, por otro, se reduce la oferta monetaria conforme las autoridades utilizan sus reservas para defender el tipo de cambio. Esto se traduce en una presión añadida sobre el precio del dinero de China, afectando negativamente a variables como la liquidez o las inversiones. La escalada del tipo interbancario SHIBOR, apunta Alicia García Herrero, de Natixis, también tiene una relación con el shadow banking o banca opaca. ‘Muchos bancos medianos demandan fondos dentro del interbancario porque su ratio de los depósitos sobre el pasivo exigible es cada vez menor’, argumenta. La banca opaca, cuando empiezan a producirse desequilibrios, tiene efectos notables sobre las condiciones monetarias. ‘Pese a las recientes inyecciones de liquidez del banco central chino, el tipo interbancario SHIBOR sigue apuntando imparable al 5%‘, concluye García Herrero. Existe, sin embargo, una industria ajena a los cisnes negros: la del sector estatal sujeto a reformas. Los analistas siguen esperando una apertura del sector estatal a las inversiones privadas, directamente o mediante proyectos de partenariado público-privado. El indicador de las empresas del sector public-private partnership, o PPP, ha ganado este año un 5%. Y es, junto al sector de las nuevas tecnologías e innovación, un valor con claro recorrido alcista dado que ha aguantado relativamente bien la elevada volatilidad general del mercado. Ahora bien, según señalan los analistas chinos consultados por F&M, lo importante es vigilar las elevadas valoraciones que se vienen produciendo en algunos casos. No existe riesgo de colapso en bolsa, es altamente probable que la orquilla siga estando entre 3.000 y 3.300 puntos; pero las presiones son de carácter bajista. Las salidas de capitales, junto con unas condiciones monetarias menos laxas, pueden dar lugar a descensos pronunciados durante el verano. ‘Los grandes inversores descansan en estas fechas, lo cual hace que la bolsa dependa bastante del sector minorista, más propenso al pánico’, remata Wang. El último crack bursátil de China, conviene recordarlo, tuvo lugar entre Junio y Agosto del año 2015.
hemeroteca