Diez días después del ataque a Saudi Aramco, México, Colombia y Brasil continúan siendo los países latinoamericanos más directamente afectados por el aumento de precios del crudo ante la baja en la producción que significó la explosión en Medio Oriente.
El crudo mexicano de exportación subió un 12,6% el martes siguiente al atentado y se ubicó en 63,7 dólares el barril, de acuerdo con Pemex, la petrolera mexicana. Ello representa 8,7 dólares más de lo previsto en el presupuesto oficial para 2019 (55 dólares). Las cuentas públicas mexicanas se financian con casi un 20% de recursos aportados por Pemex, según datos del Gobierno.
Venezuela y Colombia
En el caso de Venezuela, el aumento de precios en el mercado internacional podría repercutir directamente en las cuentas públicas, pues para la dictadura de Nicolás Maduro los recursos provenientes del crudo llegaron a representar un 96% de sus ingresos.
No obstante, tras las sanciones de EEUU a Pdvsa (la petrolera estatal) y el aislamiento regional, el impacto del alza de precios allí se ha relativizado. Del más de medio millón de barriles diarios que enviaba a EEUU a inicios de 2019, la exportación cayó a cero en junio.
«El mercado se ha ajustado sin parpadear desde 2017 a la pérdida de más de dos millones de barriles al día de la producción de Venezuela e Irán», apunta Nick Butler, profesor de política energética internacional del King’s College de Londres, en un análisis para BBC.
Así, el beneficiado directo ante el desplazamiento de Venezuela es su vecino Colombia, que pasó a ser el más importante exportador sudamericano de crudo al país de Trump. De hecho, los papeles de Ecopetrol (estatal) subieron 3,4% tras los ataques contra Aramco.
Además de ello, el aporte que le daría a la bolsa pública cada dólar de incremento en el precio del crudo sería de 105.800 millones de euros para 2020, según un cálculo del exministro de Hacienda Mauricio Cárdenas publicado por El Tiempo.
Licitaciones en Brasil
En cuanto a Brasil, la estatal Petrobras afirmó inicialmente que no modificaría los precios del crudo, pero analistas indican que los ataques a la planta saudita podrían aumentar el interés en las licitaciones de áreas de exploración y producción de petróleo y gas en ese país.
“Las empresas querrán acceder a producción petrolera lejos de las tensiones y entonces prestarán más atención al área frente a las costas brasileñas», dijo el académico Edmilson Moutinho, del instituto de energía de la Universidad de São Paulo, al portal BNamericas.
De hecho, Brasil abrirá una ronda de licitaciones el 10 de octubre, otra el 6 de noviembre y una tercera (por reservas del presal) el 7 de noviembre. Como en otros países, los papeles de Petrobras también subieron tras el atentado, pero ello sería apenas coyuntura.
Más allá de esos aumentos puntuales de precios, el beneficio a medio y largo plazo para el país tropical serían las inversiones que espera atraer con esas concesiones después de un período de desinversión y desvalorización de Petrobras por los escándalos de corrupción.
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