Brasil retrasa la edad de jubilación

El Senado de Brasil aprobó este martes (22) una reforma del sistema de pensiones que era vista como clave para evitar el “colapso social” al que llegaría el país, aseguran analistas, dado el creciente gasto de las pensiones y con el frágil estado de las cuentas públicas.

El proyecto, aprobado por 60 votos contra 19, implica el ahorro de unos 195.600 millones de euros en 10 años, según calcula el Gobierno, que apuesta también a que la economía comience a reactivarse con la llegada de inversores estimulados por esta reforma.

Este miércoles, el parlamento trataba dos cláusulas, incluidas por la oposición, que podrían disminuir en hasta 5.100 millones de euros el ahorro total previsto. Son artículos para dar pensión especial a trabajadores de riesgo (como vigilantes) y eliminar la edad mínima en categorías consideradas insalubres.

DÉCADAS DE ATRASO

“Es una gran victoria para el presidente de extrema derecha, Jair Bolsonaro, y su zar económico, el ministro Paulo Guedes, formado en la Universidad de Chicago”, opinó el diario Financial Times, citando que la medida llega tras “décadas de atraso e impasse político”.

La nueva ley es una enmienda constitucional y establece una edad de retiro de 62 años para las mujeres y de 65 para los hombres, con un período mínimo de aportes de 15 y 20 años, respectivamente, además de fijar en 25 años el plazo mínimo de contribución en el sector público.

El gobierno debe complementar esta aprobación con otras medidas para que la economía reaccione, comentan observadores, en alusión a que el mercado aguarda señales de confianza institucional para decidirse a invertir en ese país que es la octava economía global.

HACIA LA REACTIVACIÓN

Con una extensa recesión, que hizo caer su PIB desde 2015 en adelante, la más grande economía sudamericana recuperó un 1% en 2017. Al comenzar 2019, se estimaba que crecería 2,5%. Proyecciones más recientes indican no más de un 0,8% para este año.

Otro dato que contribuye a la percepción de un nuevo ambiente macro es que el Banco Central continúa reduciendo la Selic (los tipos básicos de la economía). Del 14% en que estaba en 2016, ahora se espera que siga cayendo en 2020. La semana pasada, la autoridad la redujo a 5,5%, su mínimo histórico.

El sistema brasileño de pensiones era considerado muy costoso y desigual, al tiempo que la OCDE, a la que el país aspira a ingresar en breve, lo consideraba insostenible. La aprobación de la reforma caló con entusiasmo en la Bolsa de São Paulo, la principal de América Latina, que avanzó +1,28 % al cierre de la jornada, aunque abrió volátil al día siguiente.

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