En el actual escenario de transición energética de los diferentes sectores de actividad, Grupo Hafesa, holding dedicado al almacenamiento, comercialización y distribución de productos petrolíferos, ha presentado el estudio “Desafíos y Oportunidades: Descarbonización del transporte por carretera”, realizado por el instituto Metroscopia. Este informe analiza el estado de la opinión pública sobre la aprobación, por parte del Parlamento Europeo, de una medida para prohibir en 2035 la venta de coches y furgonetas de primera mano que utilicen combustibles tradicionales. Este análisis incluye también sus efectos sobre la descarbonización del transporte por carretera en España.
La primera conclusión del informe es que los españoles conocen la medida (72%), pero la desaprueban (57%). Este último porcentaje sube hasta el 63% entre los ciudadanos que tienen un menor nivel de renta. Además, ocho de cada diez españoles (83%) creen que el país no está preparado aún para afrontar las consecuencias de una medida de este tipo, sobre cuya eficacia la mayoría se declara escéptica.
Según Diego Guardamino, director general de Grupo Hafesa, “con este informe buscábamos conocer cómo puede afectar esta medida al transporte por carretera, así como al conjunto de los ciudadanos. Las conclusiones son claras, no estamos preparados para acabar con los combustibles fósiles en el transporte por carretera y, para afrontar esta medida, es necesario un mayor apoyo por parte de las instituciones, acompañado de medidas reales que faciliten esta transición tanto a ciudadanos como a profesionales”.
Por su parte, un 59% de los encuestados piensa que la medida no contribuiría de forma decisiva a lograr la pretendida neutralidad climática para el año 2050. Una cifra que varía en función de la edad, pues los más jóvenes confían más en la capacidad de esta medida para conseguirla.
En general, la medida que promueve Europa es una mala noticia para los españoles. Uno de cada dos (54%) cree que la prohibición de la venta de vehículos nuevos con motores de combustión sería perjudicial para la economía nacional. Por su parte, el sector del transporte de carga por carretera y las personas que tienen el lugar de trabajo lejos de su domicilio son percibidos como los más perjudicados.
El petróleo como una de las principales fuentes de energía
La mayoría de los encuestados cree que los combustibles fósiles seguirán siendo esenciales durante la próxima década (69%) y que los hidrocarburos, como el petróleo, se mantendrán como una de las principales fuentes de energía (71%). Así, la opinión general es que los combustibles actuales se seguirán utilizando en el corto y medio plazo.
No estamos preparados para la electrificación
La apuesta por los combustibles tradicionales se refleja también en la opinión sobre la electrificación del transporte. Un 63% de los españoles cree que España todavía no está preparada para utilizar de forma masiva alternativas como los vehículos eléctricos y los puntos de carga. En cambio, la mayoría (64%) confía en los biocombustibles como una alternativa viable.
Equilibrio entre medio ambiente y economía
Según los datos del informe, los españoles abogan por un equilibrio entre la protección del medio ambiente, la lucha contra el cambio climático y el crecimiento económico. Buscan sostenibilidad, pero en un escenario de transición energética que sea razonable para todas las partes.
El coste de los vehículos eléctricos
El sector del transporte de carga por carretera es, lógicamente, uno de los más afectados por cualquier cambio en la normativa relativa a los vehículos. Los trabajadores del sector señalan que hay importantes barreras para la transición energética en su área de actividad. Las principales son el alto coste de los vehículos eléctricos, la escasez de puntos de carga accesibles en rutas y ciudades y la falta de medidas de apoyo financiero y subvenciones para facilitar la transición hacia vehículos más limpios.
Asimismo, los transportistas coinciden en que la transición hacia vehículos eléctricos se está impulsando de forma demasiado rápida, sin considerar de forma completa las capacidades y necesidades de todas las partes involucradas, lo que los lleva a dudar sobre el éxito de su implementación.
Para Grupo Hafesa la descarbonización del sector del transporte es necesaria y debe combinar el uso de combustibles tradicionales con biocombustibles y electricidad, en un proceso progresivo de transición energética.
En este escenario, el Grupo ofrece a sus diferentes perfiles de cliente combustibles tradicionales y biocombustibles, a la vez que trabaja en su objetivo de convertirse en un operador multienergético y en la instalación de puntos de recarga ultrarrápidos para vehículos eléctricos en toda su red de estaciones de servicio. Su ambición de futuro es ser capaz de suministrar a sus clientes el tipo de energía que necesiten en cada momento.
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