Atico34 y su filosofía de mejora continua para afrontar los nuevos retos en protección de datos

La consultora desgrana cómo se afronta el futuro en sectores como la privacidad y la protección de datos, que están experimentando cambios a pasos agigantados

El concepto de “mejora continua” proviene de un término japonés, “kaizen” que significa “cambio a mejor” o “mejora”. Aplicado al mundo empresarial, la filosofía Kaizen se podría definir como un concepto de gestión que busca la mejora y el desarrollo de la empresa a través de pequeñas acciones concretas pero aplicadas por todo el equipo, con el objetivo de avanzar en una dirección única para conseguir un objetivo concreto.

Este modelo de gestión, cuyo origen se suele situar en la japonesa Toyota, ha sido adoptado por numerosas empresas occidentales, que han visto en este sistema un modelo funcional, eficaz y centrado en la mejora simultánea en todas las áreas.

También en nuestro país tenemos ejemplos de empresas que han alcanzado el éxito gracias a poner en práctica la metodología de la mejora continua. Una de ellas es Grupo Atico34, valorada como una de las mejores consultoras de protección de datos del país y una referencia en materia de privacidad.

Desde la compañía nos han explicado los nuevos retos a los que se enfrenta el sector de la protección de datos y cómo aplican el concepto de la mejora continua para estar preparados frente a cualquier escenario.

I.A, uso de datos biométricos, protección de menores de edad… muchos retos para un sector en pleno cambio

Sin duda, uno de los grandes retos a los que se enfrenta el sector de la protección de datos es a la irrupción de la inteligencia artificial en el mundo empresarial y en la vida cotidiana de las personas.

No se puede negar que la I.A. es un avance con la capacidad de ofrecer numerosos beneficios, pero su uso también puede conllevar una serie de riesgos, unos riesgos cuyo límite y gravedad todavía se desconocen realmente.

En estos momentos el Gobierno se encuentra desarrollando una Ley sobre inteligencia artificial que vendrá a regular el uso de esta tecnología, con el objetivo principal de garantizar la seguridad y la integridad de la información, así como de los datos personales de los usuarios. Una normativa que, teniendo en cuenta que la inteligencia artificial todavía se encuentra “en pañales”, lo más normal es que vaya a sufrir continuas modificaciones.

Otro punto conflictivo es el uso de dispositivos biométricos para identificación o autenticación, esto es, el reconocimiento facial o de iris, la huella dactilar, etcétera. De hecho, ya hemos tenido casos sonados como el de Worldcoin, que escaneaba el iris de usuarios a cambio de criptomonedas y a quien la Agencia Española de Protección de Datos (APED) ha obligado a cesar su actividad.

Y es que el Comité Europeo de Protección de Datos (CEPD) ha prohibido el uso de dispositivos biométricos tanto para identificación como para autenticación. Los datos biométricos se consideran especialmente protegidos y solo podrán ser registrados en circunstancias muy concretas y especiales.

Esto supone que ya no se podrán seguir llevando a cabo prácticas que se empezaban a considerar habituales, como por ejemplo el registro de la jornada laboral de los trabajadores a través de la huella dactilar, o controlar el acceso de los menores de edad a contenidos para adultos en internet a través de reconocimiento facial, como ya se hace en China o Estados Unidos.

Estos son solo algunos de los nuevos caballos de batalla que obligan a las empresas a estar pendientes de actualizar la política de protección de datos. Pero quienes también deben estar pendientes de estos cambios son las propias asesorías y consultorías de protección de datos, ya que son precisamente ellas quienes deben ayudar al resto de empresas a cumplir la normativa.

La mejora continua, un principio imprescindible en el cambiante mundo actual

Desde Grupo Atico34, una de las referencias en protección de datos en España, no quieren ver este escenario como un simple cúmulo de nuevas obligaciones por cumplir, sino como una oportunidad de seguir evolucionando y ayudando también al resto de empresas a ser cada vez mejores.

Alejandro Flores, del equipo de jurídico de la compañía, nos explica que “el concepto de mejora continua es algo que se inculca y se aplica desde el primer momento a todos los miembros de la plantilla. No solo se trata de brindar una formación continua, sino de capacitar a todos los miembros del equipo para ser progresivamente capaces de afrontar retos más complejos y mayores responsabilidades”.

El objetivo de este tipo de ética de trabajo es “desarrollarse cada uno de manera individual, sí, pero que ese avance sea compartido por todos los empleados de la empresa, desde el primer directivo hasta un abogado recién llegado a la plantilla”, señala Flores.

Y es que, efectivamente, el concepto de mejora continua proviene del término “Kaizen” que se divide en “Kai” (acción de enmendar, cambio) y “Zen” (bueno o beneficioso). En general, se refiere a todo aquello que no implique un cambio puntual, sino un proceso continuo de mejora.

Desde Atico34 remarcan que “adoptar esta ética de trabajo permite a todo nuestro equipo trabajar en igualdad de oportunidades, crecer en una misma dirección y, sobre todo, estar siempre preparados dentro de un sector que, como estamos viendo, se encuentra en continuo cambio. No tenemos duda de que la privacidad y la protección de datos van a ser unas de las principales problemáticas en la sociedad desde ya, y tenemos que estar preparados para ello”.

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