El papel del director financiero (CFO) está evolucionando rápidamente para ir más allá de la gestión financiera tradicional y abarcar una posición más cercana al centro de la estrategia de la empresa. La automatización una de las piezas angulares que catapultan esta figura tan clave para el negocio, porque en un contexto económico difícil y con la incertidumbre todavía como protagonista, los ejecutivos tienen hoy una gran ventaja sobre sus predecesores y esto es el avance tecnológico.
El progreso tecnológico no solo está cambiando la manera en la que trabajamos o dotando de mayor productividad a nuestro trabajo, sino que también impulsa la transformación digital en la empresa y proporciona mucha más visibilidad y control. Sin duda, las empresas necesitan esa visibilidad para poder ser competitivos y anticiparte, sin embargo, la empresa no siempre cuenta con esa visibilidad.
Según datos de un informe de Pleo, solo el 32% de las empresas encuestadas en España asegura tener una buena visibilidad de la salud y los resultados financieros de toda la empresa. Esta falta de visibilidad radica entre otros motivos en el hecho de que los departamentos financieros se han considerado tradicionalmente como un brazo administrativo, con poca aportación a la planificación estratégica de la empresa.
Y a menudo se piensa en ellos como si solo estuvieran revisando recibos en papel y reclamando gastos, cuando en realidad los equipos financieros de hoy en día son dinámicos, tecnológicamente competentes y cuentan con visión de futuro. Gracias a la tecnología, los equipos financieros pueden disponer de datos precisos en tiempo real lo que les dota de cierta ventaja para ser eficientes y estratégicos.
Pero sus competencias no se quedan ahí, se espera que los directores financieros modernos dominen tecnologías como la IA, el machine learning o el blockchain, que ayudan a automatizar tareas financieras rutinarias, mejoran la precisión y permiten una modelización financiera más sofisticada. Con la incorporación de soluciones de gestión en el ámbito financiero, los directores financieros disponen de los medios necesarios para desempeñar sus nuevas responsabilidades de forma eficaz y que puedan salir por fin del back office para ocupar un papel clave en la toma de decisiones de la empresa.
Por ejemplo, con la integración de soluciones financieras, la organización puede conectar áreas críticas y garantizar que el sistema contable se comunica con el sistema de nóminas, el sistema de gestión de gastos y la fiscalidad, todos ellos elementos críticos para una toma de decisiones eficaz.
Asimismo, los directores financieros son los principales comunicadores con los inversores, los analistas y el consejo de administración, y deben ser capaces de transmitir eficazmente la salud financiera y la dirección estratégica de la empresa. Así es como no sólo se construye la confianza, sino que se mantiene, algo imposible de hacer sin transparencia y dominio de los datos.
Los directores financieros modernos tienen que dominar un conjunto de competencias que evolucionan muy rápido, ampliar sus tareas y ser capaces de impregnar valor estratégico y visión de futuro a sus organizaciones. Esencialmente, son los empleados del renacimiento en las empresas de hoy en día: competentes en una serie de campos y capaces de cambiar el statu quo.
Por ello, es importante contar con las herramientas adecuadas para que la empresa pueda avanzar en digitalización, se fomente la descentralización de las finanzas y permita que el CFO sea un líder eficiente y estratégico. De este modo, el renacimiento del director financiero no sólo supondrá el renacimiento de su función, sino del funcionamiento de la empresa en su conjunto.
Opinión