En el actual panorama económico de España, las pequeñas y medianas empresas se enfrentan a un sinfín de retos. La incertidumbre económica, marcada por el respeto a la inflación, los altos y variables costes de la energía y las materias primas, así como el encarecimiento del crédito, exigen a los directores financieros (CFO) asumir un rol cada vez más estratégico y proactivo en sus empresas. Por ello, en CE Consulting hemos desarrollado un informe sobre los desafíos a los que se enfrentan estos profesionales.
El entorno económico y volátil hace que la planificación financiera se haya convertido en una tarea esencial para ellos. Ya no es suficiente con elaborar un presupuesto anual; es imprescindible actualizarlo regularmente y contemplar diferentes escenarios. La seguridad jurídica y la constante investigación de variables macroeconómicas son vitales para gestionar este riesgo de manera eficaz. Y, en este contexto, la estructuración del balance, además de ser una asignatura pendiente para muchas pymes, es otro de los desafíos del CFO.
Un balance bien estructurado es esencial no solo para cumplir con los objetivos financieros, sino también para presentarse adecuadamente ante inversores y entidades financieras. Por ello, es fundamental revisar y ajustar regularmente las partidas del balance, asegurando que reflejen correctamente la realidad financiera de la empresa. Además, comparar la evolución de nuestros ratios financieros con los de otras empresas del sector puede proporcionar una perspectiva valiosa sobre la salud financiera de la empresa.
Actualmente, otro reto de los directores financieros diría que es la transformación digital, que más que una opción, es ya una necesidad. La implementación de herramientas tecnológicas como el ERP, la robotización de procesos (RPA) y la incorporación de inteligencia artificial pueden reducir significativamente la carga administrativa y permitir una toma de decisiones más informada y rápida.
La digitalización está permitiendo a estos profesionales una integración más eficaz de los datos financieros y operativos, facilitando un análisis avanzado y predictivo que es crucial para la planificación y la estrategia. Y, en línea con ello, el cuarto reto para estos profesionales es conseguir una combinación de estrategias a corto, medio y largo plazo, teniendo presente la inestabilidad y la variabilidad de escenarios, la existencia de cierta incertidumbre política, la cual no ayuda a que exista una seguridad jurídica en materia tributaria que permita prever, con determinada certeza, el coste fiscal más allá del ejercicio en curso.
Finalmente, la sostenibilidad es un área sobre el que muchas pymes aún tienen un largo camino por recorrer. No obstante, las oportunidades que ofrece la adopción de prácticas sostenibles son numerosas, desde el acceso a nuevas fuentes de financiación hasta la mejora de la competitividad. Por ello, los directores financieros deben liderar esta transición, integrando la sostenibilidad en la estrategia empresarial y asegurando que cualquier inversión de la empresa sea financieramente viable y aporte valor a esta.
Para enfrentar estos desafíos es crucial que los directores financieros adopten una perspectiva amplia y estratégica, con capacidad de reacción en caso de necesidad. Más que considerar estos desafíos como retos complejos, hay que observarlos como oportunidades, adoptando un enfoque proactivo y estratégico, que permita a las empresas no solo sobrevivir, sino prosperar en un entorno económico cada vez más incierto y competitivo.
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