Durante sus más de 35 años de historia, Cardiva, empresa española que comercializa y fabrica una amplia gama de productos médicos a escala mundial, ha colaborado con profesionales de la salud y ha utilizado la innovación como un pilar clave para lograr su objetivo principal: mejorar la calidad de vida de los pacientes y favorecer la sostenibilidad en los sistemas sanitarios.
¿Con qué objetivo nació Cardiva hace 35 años?
Cardiva nació en Bilbao en 1989, cuando una plantilla de tres personas iniciamos las actividades de distribución de una compañía multinacional del sector de la tecnología sanitaria. Nuestro objetivo era tratar de responder a la necesidad de cambiar y mejorar los procesos y la eficiencia en un marco de industria inteligente, y, al mismo tiempo, apostar firmemente por la sostenibilidad del sistema sanitario.
Hoy en día, somos más de 170 personas trabajando en una de las primeras compañías en distribución de dispositivos médicos en España, Portugal e Italia. Comercializamos una amplia gama de dispositivos médicos y colaboramos con los profesionales de la salud para proporcionar alternativas terapéuticas y herramientas diagnósticas de alto rendimiento, que dan respuesta a las necesidades de los pacientes y reducen el coste de la asistencia sanitaria.
En estos 35 años, nos hemos esforzado constantemente para marcar el ritmo de la innovación en tecnología sanitaria y hemos adquirido y mantenido el compromiso con la actividad asistencial y la formación continuada de los profesionales sanitarios. Actualmente, somos uno de los referentes en el sector salud y la experiencia y el esfuerzo de todo el equipo están puestos en impulsar soluciones y productos que minimicen el impacto de las enfermedades y procuren el bienestar de quienes siempre nos han preocupado y por quienes trabajamos: los profesionales sanitarios y los pacientes.
¿Qué evolución han experimentado en su trayectoria?
Desde su nacimiento, la meta de Cardiva ha sido transformar vidas a través de soluciones médicas innovadoras que mejoran la salud de los pacientes y favorecen la sostenibilidad de los sistemas sanitarios. Para ello, hemos diversificado el negocio y nos hemos especializado en áreas clave del sector de la salud y de la tecnología sanitaria: Cirugía Cardiaca, Vascular y Endovascular, Cardiología Intervencionista, Neurovascular, Tratamiento del Dolor, Radiología Intervencionista y Oncología Intervencionista, Clínica y Traumatología.
Comercializamos más de 4.000 productos que transforman la vida de unos 300.000 pacientes al año. Aportamos experiencia y solvencia, lo que permite a los profesionales sanitarios de distintas especialidades encontrar soluciones para tratar necesidades clínicas complejas.
Además, la evolución de la facturación anual de la compañía evidencia nuestra consolidación en el mercado español de la distribución de dispositivos médicos, ya que el incremento se mantiene año tras año.
En este tiempo, Cardiva ha decidido formar parte de otros proyectos del ámbito sanitario, ¿cuáles son?
Lo que cambió Cardiva fue la decisión de fabricar, no depender siempre de la distribución, y soy un firme defensor de la fabricación en España. Así, apostamos por convertirnos en fabricantes, aun sabiendo que íbamos a competir con compañías extranjeras muy establecidas. Pero queríamos iniciar este movimiento en nuestro país, aunque sabíamos que entrañaba grandes dificultades para ser competitivos en comparación con otros países. Eso nos llevó a ser los primeros fabricantes españoles de material sanitario de protección de un solo uso, a través de Cardivais, y todavía hoy continuamos siendo los únicos que fabricamos packs de cobertura quirúrgica desechables.
Además, a través de nuestra participación también en proyectos como iVascular, la única empresa del país que hace I+D de dispositivos médicos intervencionistas de última generación; Peaches Biotech, otra compañía local dedicada a la medicina regenerativa; e Histokine, una fábrica que produce fármacos biológicos y de terapia celular para investigación en Bilbao, logramos dar empleo a más de 600 personas. Nuestros socios y proveedores suelen ser compañías españolas, siempre que es posible; esto es importante para nuestros clientes y para nosotros mismos.
También hemos invertido recientemente para reforzar nuestra presencia en Italia, donde estábamos en el norte del país desde 2017, mediante la adquisición de la compañía IQ Medical, una compañía que distribuye productos biomédicos y ofrece un servicio integral de elevado valor añadido en los mercados del centro y sur del territorio.
¿Por qué pusieron el foco en el sector salud? ¿Qué oportunidades creen que les brindó esa elección?
Siempre me ha gustado este sector. Cardiva nació de una idea y ha sido un proyecto que se ha ido elaborando, según han avanzado las cosas. La curiosidad y la realidad nos han ido marcando el camino. El conocimiento se va adquiriendo con la experiencia, lo difícil es divertirse con lo que uno hace, pero en Cardiva y en este ámbito lo he conseguido siempre. Las oportunidades han surgido por haber estado en el lugar adecuado, en el momento adecuado. Es un sector muy dinámico y en constante evolución, en el que no paras de conocer cosas que te llaman la atención.
Las compañías del sector sanitario español cuentan con el conocimiento y una estructura médica adecuada. Por tanto, disponen del talento y la capacidad industrial para diseñar, fabricar y distribuir dispositivos médicos locales altamente competitivos e innovadores. A pesar de ello, en comparación con otros países de nuestro entorno, el tejido industrial en España es escaso, por lo que es necesario explorar fórmulas para potenciarlo y llegar a ser líderes en producción de tecnología sanitaria.
¿Qué papel juegan las nuevas tecnologías en su sector? ¿Cómo están ayudando a la distribución y comercialización de sus productos?
Las nuevas tecnologías están suponiendo una revolución en el ámbito sanitario, permitiendo avances muy importantes en la lucha contra enfermedades de todo tipo y en la mejora de la vida de las personas.
Internamente, en Cardiva estamos adaptando nuestra arquitectura empresarial para que nuestros procesos operativos, datos y tecnologías den soporte a un flujo de trabajo cada vez más complejo. Por ello, hemos incorporado sistemas de gestión, de digitalización de documentos y soluciones logísticas basadas en radiofrecuencia (RFID) para nuestros almacenes y para nuestra distribución en centros hospitalarios. Esto ha experimentado un gran impulso gracias a nuestro acuerdo con la compañía española Raindance, que desarrolla soluciones de hardware y software para la gestión eficaz de inventarios y almacenes, con el objetivo de digitalizar y agilizar los procesos de distribución y logística de materiales en el sector de la salud.
Al mismo tiempo, tratamos de hacer llegar al sistema sanitario y a sus profesionales dispositivos que incorporen aplicaciones de las tecnologías de la información y las comunicaciones con fines de diagnóstico, tratamiento y prevención de enfermedades, investigación y evaluación. Además, planteamos programas de formación continuada en estos ámbitos para las personas de nuestra organización. Nosotros somos parte fundamental de este recorrido y de la implantación de la tecnología que ya es una realidad y, como tal, seguiremos desarrollando proyectos que contribuyan a lograr nuevos abordajes.
¿Qué retos afronta el sector de los dispositivos médicos?
En mi opinión, el gran reto es tener la capacidad de pensar a largo plazo. Las tecnologías emergentes que hemos mencionado acabarán por incorporarse en nuestros sistemas sanitarios, pero no podemos pretender que eso suceda ya. No obstante, hay que invertir, formarse y estar preparados para ser capaces de trasladarlas a la práctica clínica en cuanto sea posible, porque, sin duda, supondrán una auténtica revolución en el sector.
Las empresas de tecnología sanitaria españolas aportamos experiencia y solvencia, lo que permite a los profesionales sanitarios de distintas especialidades encontrar soluciones para tratar necesidades clínicas complejas.
Poseemos el conocimiento y una estructura médica y sanitaria adecuada, pero, lamentablemente, el tejido industrial en España es escaso, en comparación con otros países de nuestro entorno. Merecería la pena explorar fórmulas para potenciarlo porque podemos ser líderes en producción de tecnología sanitaria.
Cardiva cerró 2023 con una facturación de 81 millones de euros, un 5,19% más, ¿qué esperan del 2024?
Esperamos seguir así, afianzándonos en el sector y posicionándonos como los mejores aliados en la búsqueda de la excelencia. Nuestros valores son claros y simples: innovación tecnológica, socio estratégico, soluciones a medida y confianza. Estamos comprometidos con el análisis y la búsqueda de los mejores productos para los médicos especialistas. Encontramos lo que necesitan y lo hacemos teniendo en cuenta, al mismo tiempo, cómo podemos colaborar en la mejora de la gestión hospitalaria.
Es también fundamental nuestra vocación de servicio en nuestro trabajo diario, que es atender a nuestros clientes, los profesionales de la salud, para que puedan resolver las necesidades de sus pacientes. Ello requiere contar con unos profesionales muy cualificados y con un alto nivel de formación, junto a un excelente servicio basado en la disponibilidad y cercanía.
Y, por último, invertimos para continuar produciendo nuestros propios productos, ya consolidados en el mercado, pero, asimismo, invertimos en el desarrollo de dispositivos nuevos, que nos permiten soñar con nuevas soluciones.
¿Cuáles son sus objetivos a corto plazo? ¿Y si miramos más a medio o largo plazo?
Vamos a incorporar a nuestro negocio la distribución de una plataforma de inteligencia artificial (IA) aplicada al diagnóstico por imagen, que permitirá acercar a las organizaciones sanitarias de España el uso de la IA en imagen médica. Esta es una de las áreas de la Medicina con mayor potencial actualmente y que también está estrechamente relacionada con importantes avances en el diagnóstico y con el objetivo de proporcionar un abordaje cada vez menos invasivo de las enfermedades.
Nuestra prioridad es poner en el mercado soluciones y dispositivos de tecnología sanitaria de la mayor calidad. Somos firmes en nuestro objetivo de garantizar el bienestar y la seguridad de los profesionales y de los pacientes.
En este sentido, siempre estamos atentos a las últimas innovaciones y a las nuevas oportunidades que pueden surgir para continuar expandiendo y diversificando nuestro negocio.
¿Les preocupa la sostenibilidad y el desempeño medioambiental de la compañía cuando piensan en el futuro?
Por supuesto. Nuestro fin es mejorar la calidad de vida de los pacientes, en colaboración con los profesionales de la salud, y esta calidad de vida está totalmente vinculada al cuidado y respeto por el medioambiente. Nuestros valores están orientados a unos elevados estándares de calidad en los procesos y a un compromiso permanente por la protección del medioambiente, para lo que debemos ser precisos en el cumplimiento de los requisitos legales y todos aquellos otros que asuma la compañía en consonancia con su estrategia empresarial.
Así, seguimos adoptando medidas para minimizar nuestro impacto medioambiental y favorecer un efecto positivo en nuestro entorno. Para ello, hemos calculado nuestra huella de carbono como empresa y, por ejemplo, hemos instalado placas fotovoltaicas en nuestra sede de Lezama, empezando a generar el 24% de nuestra energía consumida.
Además, hemos liderado con éxito iniciativas para medir y reducir la huella de carbono en todas nuestras operaciones, a través de la implementación de tecnologías ecoeficientes y prácticas empresariales responsables. No obstante, la carrera en favor del medioambiente y en contra del cambio climático no se detiene y continuamos invirtiendo en tecnología eficiente, desde el punto de vista energético, y en sensibilizar e implicar a todos nuestros colaboradores.
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