El diseño único de cinco espejos del ELT (Extremely Large Telescope o Telescopio Extremadamente Grande) del Observatorio Europeo Austral (ESO, por sus siglas en inglés) ha impulsado la innovación en óptica e ingeniería desde sus inicios hasta hoy. El mecanismo o celda del quinto espejo del ELT, el M5, ha sido completado. El M5 es el espejo de estabilización más grande del mundo, y su impresionante mecanismo de soporte será capaz de dirigir la luz captada por el telescopio hasta 10 veces por segundo para estabilizar las imágenes recogidas por el ELT.
La celda del M5 es un mecanismo activa que se fijará al ELT, uniendo el espejo M5 a la estructura más grande del ELT. Ha sido diseñada, construida y probada por el grupo industrial de ingeniería y tecnología Sener en sus instalaciones cerca de Barcelona, España; Sener también es responsable del sistema de control correspondiente y del equipo auxiliar. El director general del ESO, Xavier Barcons, y el responsable del Programa ELT del ESO, Roberto Tamai, han visitado hoy las instalaciones de la empresa para celebrar la aceptación provisional del mecanismo del M5.
El reto que se planteó a Sener fue desarrollar un mecanismo capaz de orientar el espejo M5 a gran velocidad y con una precisión muy elevada. Este desafío se ha logrado montando un sistema de actuador específico, fabricado por Cedrat Technologies en Francia, sobre una estructura muy rígida, así como acoplando sensores de posición muy rápidos y precisos a un procesador digital potente y veloz para conseguir un control extremadamente preciso de la posición del espejo.
Con unas dimensiones de 2,7 x 2,2 metros, el M5 es el más pequeño de los cinco espejos del ELT, pero sigue siendo el espejo basculante más grande jamás construido para un telescopio. El mecanismo de estabilización ajustará el ángulo del espejo con una precisión de unas pocas decenas de milisegundos de arco hasta 10 veces por segundo, todo ello sin deformar el espejo. Los minúsculos movimientos compensarán las perturbaciones provocadas por el viento, las turbulencias atmosféricas o los mecanismos del telescopio, que afectan a la calidad de la imagen del telescopio. Al combinarse con el M4, el cuarto espejo en la trayectoria de la luz del ELT, se forma un sistema de óptica adaptativa que estabiliza las imágenes, lo que permite al ELT tomar las imágenes más nítidas y de mayor resolución jamás vistas por un telescopio óptico.
Aunque el mecanismo del M5 ya está terminado, el sustrato del espejo M5 ha sido completada por la empresa francesa Mersen Boostec y ahora está siendo pulido por Safran Reosc, también con sede en Francia. Tanto el espejo como el mecanismo se enviarán finalmente a Chile, para unirse a la estructura del «ojo más grande del mundo que mira al cielo», actualmente en construcción en el desierto de Atacama, en Chile.
Se espera que el ELT de ESO vea la luz por primera vez a finales de esta década y está preparado para asumir algunos de los mayores desafíos científicos de nuestro tiempo, explorando los confines más lejanos del cosmos y rastreando planetas similares a la Tierra alrededor de otras estrellas.
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