2014 finalizó con ventas masivas en los emergentes, particularmente perjudicados por el crudo sufrieron más Venezuela, Kazajstán, Angola o Ghana (además de Moscú). También sus divisas sufrieron importantes descensos, recordemos que el rublo ruso cerró el ejercicio con una depreciación total del 45%. Como consecuencia de esto, la deuda local de estos países cedió casi un 6% en el año.
Sin embargo, dato el entorno global de rendimientos reducidos en la renta fija, que se ve reforzados por los estímulos monetarios (en forma de inyecciones masivas de liquidez) en Japón y Europa, Natixis Asset Management considera que la deuda emergente "satisfará la demanda teniendo en cuenta además que los niveles actuales son atractivos".
Así, la gestora de fondos continúa apostando por los emisores de deuda high yield, incluso siendo conscientes de que "tendremos que digerir mucha volatilidad".
En lo que respecta al mercado, el jefe de inversiones global de emergentes de la firma, Emmanuel Bourdeix, reconoce que "mantienen la cautela sobre estas acciones", pues en ausencia de "un apoyo real de los fundamentales, creemos que el entorno deflacionario para los precios de las materias primas y la fortaleza del dólar continuará limitando el potencial de este tipo de activos".
Si el pasado sirve de ejemplo para el devenir futuro, debemos tener presente que, en diciembre, sólo cinco Bolsas de países emergentes cosecharon rentabilidades positivas y todas ellas estaban ubicadas en Asia. Al mismo tiempo, destacaron las pérdidas experimentadas por México (-4,86%), Brasil (-8,42%) o Rusia (-10,92%).
"Desde el punto de vista fundamental puro, dejando al descubierto una mejora significativa en algunos datos económicos y beneficios empresariales, la valoración es la única fuente real de apoyo a las Bolsas emergentes y ahora mismo apunta a una posición neutral", afirman estos expertos.
Sin embargo, la presión sobre las commodities y el repunte del billete verde seguirán pensando de forma negativa sobre estos mercados. Con todo, la firma se declara positiva en China, México, Tailandia, Turquía y Polonia.
Al tiempo que advierte sobre los principales riesgos bajistas: mayor debilidad para sus divisas por tensiones en la deuda estadounidense; mayor debilitamiento de las materias primas; la geopolítica; el deterioro de los datos macro y la pérdida de confianza de los inversores. Por ello, se muestra negativa en Taiwan, Malasia, Brasil, Rusia y Sudáfrica.
Deuda y crecimiento
Según el Banco Internacional de Pagos (BIS por sus siglas en inglés), la banca internacional ha otorgado créditos a las economías emergentes, entre Estados y empresas, por un importe superior a los 3,1 billones de dólares americanos, esto es, aproximadamente 2,5 veces el PIB de España. "De manera que una desaceleración excesiva de estas economías, en combinación con una depreciación consistente en el tiempo de sus divisas, podría poner en cuestión el recobro de estas deudas", afirman desde Bankinter.
En este sentido, Barclays advierte que las economías de estas regiones "ya no van a crecer al ritmo registrado a principios de la pasada década" y llama la atención sobre que "la deuda externa de las corporaciones de países emergentes se ha disparado en los últimos años y, a diferencia de la soberana, se ha incrementado sustancialmente en relación al PIB" desde 2005.
Así, señala: "La subida del dólar y de los tipos de interés en Estados Unidos son riesgos importantes que deben ser controlados en estar regiones, sobre todo teniendo en cuenta que el mercado no parece haber discriminado el tamaño de la deuda corporativa en los recientes episodios de aversión al riesgo".
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